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Hoy en día la gestión de conocimiento se ha vuelto crítico y un elemento necesario para poder desempeñarnos profesionalmente.
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Existen elementos que nos ayudan a entender las la capacidad de una idea bien gestionada para poder tomar decisiones.
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Algunos aspectos que no podemos perder de vista hoy en día son los que nos revelan la capacidad de comunicar en el mercado.
Tomar decisiones es crítico y para poder llevar a cabo la mejor elección, un aspecto crítico es el que nos ayuda a poder gestionar de mejor forma nuestro conocimiento para poder lograr las más acertadas.
En Pensar rápido, pensar despacio, Daniel Kahneman nos explica que existen dos formas de pensar las cosas y evidentemente de tomar decisiones con base en ello.
La perspectiva de Kahneman revela que estos sistemas definen la manera en cómo pensamos, primero define al sistema 1 como rápido, intuitivo y emocional. El sistema 2 es lento, deliberativo y lógico.
El autor también explica que existe la aversión a la perdida y un exceso de confianza cuando se desarrollan estrategias empresariales, por lo que es tremendamente difícil adivinar que es lo que nos hará felices en el futuro o qué efecto tendrán los sesgos cognitivos en cada una de las cosas que hacemos.
Como es de esperar, esto solo puede commprenderse si logramos entender el funcionamiento de dos sistemas de manera conjunta al momento de tener que hacer juicios y tomar decisiones.
La propuesta del autor es clave, pues te ayuda a decidir en qué momento puedes confiar en las intuiciones y cuándo no, de qué forma puedes aprovechar los beneficios que te brinda un pensamiento lenta.
Otro de los elementos importantes de la obra de Kahneman es que te ayuda a poder tomar decisiones personales y profesionales mediante enseñanzas prácticas.
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