Por Camila González
Twitter: @camilaglz
Se supone que las crisis de orden público lógicamente afectan la estabilidad económica de los países. Pues bien, a pesar de que 2011 fue un año complejo para México por la sangre derramada, e inestabilidad y el dolor que ha dejado a su paso “la supuesta guerra contra el narco”, el crecimiento económico se situó en una tasa de 4 por ciento, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Y así, tal cual, esto se ve el reflejo en las cifras de inversión publicitaria. El año pasado hubo cerca de 6 millones 825 mil inserciones en televisión, radio, prensa y revistas, cifra muy cercana a la del cierre de 2010 de alrededor de 6 millones 900 mil comerciales (estudio Adspend de IBOPE). La televisión sigue teniendo la mayoría de la actividad (57%) y la radio le sigue con 40% de los comerciales. Un 3% se llevan prensa y revistas.
Por su parte, según el más reciente estudio de inversión online de la IAB México, de 2010 a 2011 ésta creció 36% en el país, lo que aterriza en cerca de 4 millones y medio de pesos.
Mientras que los sectores que más invirtieron en publicidad online fueron el automotriz (11%), los servicios financieros (10%) y medios y entretenimiento (9%); los anunciantes que más confiaron en los medios tradicionales fueron las tiendas de autoservicio (618,000 inserciones en el año), la descarga celular, y los organismos no gubernamentales y las campañas cívicas.
La torta publicitaria se hace ancha y flexible, la entrada de displays, páginas de search marketing, clasificados virtuales, videospots y anuncios en redes sociales –ésta última con un crecimiento de 164%- al parecer no ha incomodado a la publicidad tradicional.
Y está bien, hay para todos, al final de cuentas la riqueza de una planeación se basa en lograr un brillante mix de medios.