Para nadie es un secreto que ahora mismo se vive uno de los procesos electorales más interesantes en el mercado mexicano y quizás, cuando menos en el caso de Nuevo León, la victoria esté dada por una influencer y su peculiar frase “Fosfo Fosfo”.
En principio es justo entender lo que esta en juego y lo complejo que ahora mismo resulta para los candidatos y sus partidos ganar visibilidad frente a los votantes.
El reto de las elecciones
Lo que está en juego no es nada menor. Más de 21 mil cargos públicos se renovarán en las próximas elecciones, entre las cuales incluyen a 500 diputaciones, 30 congresos locales, 15 gubernaturas, más de 190 ayuntamientos y 16 alcaldías; por ello es que son consideradas las más grandes de México.
Con estas cifras de antesala, hablamos de un proceso que estará caracterizado por una saturación de medios tradicionales quizás superior a la registrada durante las elecciones de 2018, con lo que aumentará la presencia de los candidatos en los canales digitales, tendencia que se verá especialmente reforzada ante las condiciones que aun se viven a causa de la pandemia.
La afirmación encuentra sustento en los datos entregados por el Instituto Nacional Electoral (INE) durante abril de 2018, los cuales indicaron que en aquel momento en el que se vivían las campañas de los candidatos presidenciales se habían difundido un total de 93 horas, 29 minutos y 30 segundos de las campañas políticas a través de radio y televisión. Este tiempo consideró las acciones implementadas por los candidatos a la presidencia, el Senado y las diputaciones federales.
Dadas las condiciones la apuesta, por tanto, estará en los canales digitales en donde si bien todos los candidatos han estado especialmente activos, uno destaca y no precisamente por sus propuestas.
Hablamos de Samuel García, candidatos por Movimiento Ciudadano a la gobernatura de Nuevo León quien gracias a una sólida estrategia en redes sociales ha logrado brincar del cuarto puesto a la segunda posición dentro de las intenciones de voto.
Una influencer y la campaña “Fosfo Fosfo”
Hasta el 28 de marzo pasado, Samuel García se mantenía en la cuarta posición dentro de las encuestas que miden el voto efectivo que podría tener cada candidato. Luego de esa fecha, el representante de Movimiento Ciudadano para Nuevo León repuntó de manera no esperada para ubicarse en la segunda posición (al pasado 22 de mayo), con 29.6 por ciento de la preferencia de voto, solo por de bajo de Adrián de la Garza que tiene el 30.6 por ciento.
No cabe duda que el crecimiento está alineado a una fuerte estrategia en redes sociales. Por ejemplo, se estima que en Facebook el candidato ha destinado 6 millones 320 mil 642 pesos entre agosto del año pasado y el pasado 8 de mayo en la promoción de anuncios sobre temas sociales, elecciones y políticas. De manera especifica se calcula que tan solo en los últimos 7 días (del 2 al 8 de mayo) el gasto se ha materializado en 263 mil 150 pesos.
La realidad es que la ganancia no está en esta inversión. En realidad el punto medular de la campaña radica en la participación de la esposa de García, Mariana Rodríguez, quien es conocida por ser una influencer que gano popularidad con su peculiar frase “Fosfo Fosfo”.
En octubre pasado, Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez Cantú se convirtieron en tema de conversación dentro de redes sociales, luego de que circuló un video en el que comenzó a enlistar algunos municipios de Nuevo León, para recibir una respuesta no esperada por parte de su pareja.
“Santiago, Allende, Montemorelos y cerramos en Terán. ¿Cómo ves, bebecini?”, preguntó Samuel García a su esposa.
Sin responder a esta pregunta, Rodríguez enfocó la cámara hacia ella y enfocó sus tenis para decir “ ¿quieren ver mis tenis? Fosfo, fosfo”, indicó Mariana Rodríguez”.
El hecho fue retomado por muchas marcas y usuarios y ahora se ha convertido en una parte crucial de la estrategia de marketing política del candidato.
Las claves del éxito
Como lo indican desde algunos medios, el clásico color naranja del partido ha sido modificado ligeramente en la campaña de Nuevo León para tomar un tono mucho más brillante, los tenis del entonces chiste se han convertido en parte del uniforme de los miembros de la campaña al tiempo que Rodríguez se ha convertido en una celebridad que junto a su esposo ha logrado un cambio en el juego de las campañas políticas: El candidato no va a la gente, la gente va al candidato.
Esta pareja ha hecho de las elección un asunto mucho más mediático pero no de la forma tradicional. El centro está en las redes sociales y en la capacidad (y buen tino) de adaptar un fenómeno ocurrido en social media a los espacios de campaña más tradicionales.
Adicional se ha logrado capitalizar la fuerza del influencer marketing de una forma casi natural, lo que de manera puntual ataca uno de los puntos flacos para el grueso de los partidos y candidatos que se encuentran en campaña: la confianza.
De acuerdo con a Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) 2020 levantada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México los partidos políticos son las últimas instituciones en las que confía la ciudadanía.
A decir de la mencionada encuesta, el 76.4 por ciento de las personas mayores de 15 años dice confiar poco o nada en los partidos políticos. A penas el 21.8 por ciento dijo tener tener mucha o algo de confianza en ellos.
Este enfoque de humanización en la campaña puede ser sin duda lo que dé la victoria a Samuel García, quien en pocas semanas ha encontrado la forma de capitalizar el activo que su esposa representa como embajadora de marca.
¿Están listos para ponerse nuevos? ?? pic.twitter.com/1Fug146zKb
— Samuel García (@samuel_garcias) May 22, 2021