Hay un sinfín de problemas y barreras que constantemente los emprendedores deben saltar para darle continuidad a sus negocios. A pesar que el marketing es fundamental para crecer, no todos los dueños tienen conocimientos profundos en esta disciplina. También es crucial estar a la par de las tendencias que exigen los consumidores. Y a veces, es reto suficiente sacar adelante un proyecto en solitario. Pero el reto más importante es aún el financiamiento.
Este desafío se expresa en un sinfín de formas. Puede ser la dificultad de encontrar a los primeros clientes leales, que le permitan a un negocio subsistir y avanzar en sus primeros meses o años. También podría ser la dificultad de cumplir con proveedores y aliados de negocio. Pero más frecuentemente, se puede observar en la imposibilidad de encontrar financiamiento en canales tradicionales. Esto es lo que, casi siempre, mata al emprendimiento.
Un apoyo para el financiamiento de pequeños negocios
Justamente en este contexto surgen startups como Higo. Esta empresa fue fundada con la idea de ayudar a los negocios que apenas van empezando a lidiar con dos de sus mayores problemas de financiamiento. Específicamente, la falta de ingresos y la dificultad de pagar las cuentas con proveedores. Esto lo hace a través de un sistema en donde ellos ponen el dinero, dándole mayor flexibilidad a los emprendimientos para navegar sus momentos más complejos.
Su principal oferta es el pago a proveedores. Muchas empresas pueden llegar a tener muchos problemas para cumplir inmediatamente con sus deudas a su cadena de suministro. La startup proporciona el financiamiento para saldar las cuentas con los agentes externos cuando llega la fecha límite. A partir de entonces, los emprendimientos tienen 60 días adicionales para obtener un flujo de dinero suficiente para cumplir con sus deudas, pero esta vez con esta tecnológica.
El otro pilar de su negocio es el financiamiento directo de los pequeños negocios cuando sus clientes todavía no pagan por servicios y productos. No es poco común que la remuneración llegue con varias semanas de retraso. En estos casos, la startup cubre la factura en ese mismo momento y, cuando por fin se complete el cobro, se quedan ellos con ese dinero. Así pues, las empresas que apenas van empezando ya no tienen que estar a la deriva manejando su dinero.