Se puede dividir al mercado de valores entre dos tipos de inversionistas. Aquellos con estrategias de corto plazo, y los que tratan de buscar oportunidades viables para el futuro lejano.
Medir el mercado, ¿opción para tu portafolio?
Una estrategia de corto plazo básicamente se centra en tratar de detectar, antes que el resto de la industria, cómo se va a mover una empresa o activo en la bolsa en rangos de un día o una semana. Este tipo de portafolio es de los más dinámicos, pues los inversionistas tienden a ajustar su portafolio a veces todos los días. Algunos incluso lo gestionan varias veces al día, si llega a haber noticias muy importantes sobre las industrias en las que ponen su dinero. Así pues, tiene pros y contras.
A muchos inversionistas les gusta esta estrategia para su portafolio porque, con una gestión cercana y constante, pueden maximizar rendimientos y minimizar pérdidas. Especialmente si se logra predecir adecuadamente hacia dónde están moviéndose las industrias. Otros no son tan afectos a este tipo de enfoque, pues requiere darle un seguimiento continuo. También puede ser vulnerable a eventos imposibles de predecir, como podría ser un desastre natural.
Ser paciente: La otra cara de la moneda
Un portafolio de largo plazo, en lugar de centrarse en los cambios inmediatos de la bolsa, está enfocado en generar valor a lo largo de los años. Esto significa que se eligen acciones y activos que tienen características y atractivos generales que se mantienen vigentes a pesar de los sube-y-baja de la industria. Por lo general, este tipo de proyectos suele evaluarse de forma anual, aunque algunos pueden hacer ajustes mensuales según los cambios del mercado.
Muchos son afectos a esta forma de gestionar un portafolio, porque les evita tener una administración activa de los recursos. También, al estar basado en los principios de valor de una empresa o activo, en teoría deberían ser resistentes a la mayoría de los eventos inesperados. Sin embargo, al ser proyectos de largo plazo, por definición podrían quedar fuera activos con crecimientos más rápidos, pero también más volátiles.
¿Cuál es la más adecuada para ti?
No todas las personas deben tener el mismo tipo de portafolio. A través de eToro, la gente puede decidir libremente qué enfoque es el que más se ajusta a sus objetivos a lo largo del tiempo. Incluso, si así lo desea, el inversionista puede irlos cambiando, conforme sus necesidades se modifiquen.
¿Hacia dónde quieres llevar tu patrimonio en el futuro?