Una de las razones por las que Google hoy es el epítome de la vanguardia y el pensamiento innovador, se debe a su interés perenne por la investigación y la puesta en práctica de nuevos proyectos que dan un servicio al ser humano y no conformes con ello, recientemente divulgaron sobre un esfuerzo de investigación y documentación que durará cien años.
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De acuerdo con un informe publicado en Quartz por Max Nisen, se menciona que Google trabaja desde hace un par de años con un área denominada gDNA, la cual busca la comprensión profunda sobre temas relativos a cómo las personas desarrollan su trabajo y como se mencionó, es un esfuerzo que tiene la pretensión de continuar a lo largo de todo un siglo, en donde la idea es traer mayor rigor a las decisiones de gestión de negocios y empresa.
Este método científico, según uno de sus ejecutivos, se inspira en el Framingham Heart Study, que comenzó durante 1948 con el seguimiento de cinco mil personas y que continúa hasta nuestros días, de modo que ha provisto de información valiosa de largo plazo sobre salud, genética y calidad de vida.
La meta del trabajo de gDNA —que toma a los propios trabajadores de Google como conejillos de indias— es ofrecer una mayor certeza científica respecto a temas como la construcción de grandes entornos de trabajo, el cultivo de equipos de alto rendimiento, la optimización de la productividad y la mejora en la satisfacción laboral y la felicidad.
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Entre los hallazgos que se han producido a dos años de trabajo, destacan que la tecnología y los medios sociales han creado un problema al propiciar la difuminación de la línea que tradicionalmente se tenía entre la oficina y la vida privada.
E independientemente de que esto represente más un proceso continuo que una división estricta, en la empresa encontraron que sólo el 31 por ciento de los trabajadores de Google son capaces de delimitar sus fronteras mentales entre el trabajo y su casa, mientras que el 69 por ciento permanece integrado de manera constante al trabajo.
De esta forma, Google ha puesto manos a la obra para tratar de resolver el problema, con la puesta en marcha de un programa en la oficina de Dublín llamado Google Goes Dark, el cual pide a sus trabajadores que al salir de la oficina y hacia sus casas, dejen sus dispositivos en la recepción.
