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El diseño de un buen logo es resultado en muchas ocasiones, de la calidad de productos que estás ofreciendo al mercado.
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Bromas que usan la imagen de la marca para crear conversación son las peores estrategias que puedes implementar, porque cobran a reputación de tu marca.
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El logo es parte de la codificación gráfica en la que tiene que pensar tu marca.
Un buen logo es un acierto en diseño y nos ayuda a poder comunicar en algo tan sintético, todo lo que tu marca o producto/servicio tiene para ofrecer.
En DesignRush se llevó a cabo un estudio en donde se encontró cuáles habían sido los logos más costosos de diseñar en el mundo y el primero de ellos fue el de Symantec, cuyo costo se estima alcanzó los más de mil 280 millones de dólares
#DatosILAP Hasta los momentos el diseño de logo mas costoso de la historia ha sido el de la firma Symantec, con un costo de $1.280.000 pic.twitter.com/AsjHb0xC9B
— ILAP (@institutolap) July 21, 2018
BP es la segunda marca que más pagó por su logo al sumar por esta acción 200 mdd y una tercera marca con el mayor costo de inversión en su nuevo logo fue Cardiff City Bluebirds con 100 mdd, mientras que otras marcas y ya veremos por qué es importante mencionarlas, pagaron 35 mdd, como ocurrió con Tropicana.
El costoso de un mal logo
Pagar millones de dólares por el rediseño de un logo no es garantía de que conquiste al consumidor y el estimado de 35 millones de dólares que se advierte, invirtió Tropicana en cambiar su logo, se ha convertido en uno de los mayores desaciertos, por tratarse de un cambio radial, que tomó por sorpresa al consumidor.
Este tipo de acciones impactan negativamente en la marca y la manera en que esta firma de jugos solucionó el incidente fue clave, pues solo necesitó de volver a lo que originalmente vendía en imagen y empaque.
MT @garcky3: When Branding Changes Fail – Tropicana changed its orange-juice packaging 10 years ago and the change cost Tropicana 20% of its sales. pic.twitter.com/cwPz2LU6ck – why packaging is so important! #Neuromarketing #packaging #graphicdesign
— Prime (@primegroup) June 25, 2019
Un buen logo, resultado de toda una filosofía de marca
Muchas marcas pagan, como lo hemos visto al principio de esta nota, por cambios radicales en sus logos. Algunos son rediseños que sí logran ajustarse a la necesidad que tienen de poder expresar nuevos valores ante el consumidor y apuestas que nos recuerdan lo importante que es la identificación en el mercado, cuando se logra crear un buen logo.
Cuando el diseño forma parte de la filosofía de una marca, estas llegan a constituir laboratorios especialmente dedicados a ello, como ha ocurrido con el Design Lab de Peugeot.
La marca recientemente rediseñó su famoso 208, un vehículo que en esta nueva propuesta tiene un nuevo diseño del vehículo en cada uno de los detalles como sus faros de día o la parte trasera del mismo y la marca ha partido del cambio en sus vehículos, para poder actualizar su logo.
Estos laboratorios de diseño son sin lugar a dudas una inversión clave no solo para crear vehículos, sino para modernizar el logo de una marca de una forma magistral y no fracasar en el intento, porque se apuesta por la filosofía de la marca en todo momento.
“Los logos representan algo en la recordación inmediata de la gente, si los cambios mucho vas a perder esa recordación, tus métricas de performance se van a ir para abajo, si lo cambias un poco y lo haces más moderno puede ser que sea distinto, nosotros lo hicimos cuidando muy bien lo que representa el logo.
Antes de cambiarlo se modificó todo lo que hay detrás, el logo solo fue consecuencia de hacer los coches más premium, de hacer mejor las cosas, ponerle mucho diseño a los vehículos, mejores materiales. Cuando la gente nos dijo ‘oye, tus coches están muy premium, ahí fue cuando cambiamos la imagen de marca’ y además cuidamos que el nuevo logo tome aspectos muy históricos y fáciles de recordar, con un león con tridimensionalismo distinto que tiene la parte histórica de la marca”, confiesa Gerardo Carmona, director general de Peugeot México.
El poder de un mal logo
El logo es la propuesta más democrática que pueda haber en diseño pues el mismo poder con el que puede impulsar una marca lo tiene para acabar con ella y el aeropuerto Felipe Ángeles es la mejor prueba.
Autoridades de dicho aeropuerto comenzaron con el registro del logo que identificaría este lugar y los detalles del mismo comenzaron a revelarse, con un mamut como la estrella de la propuesta creativa.
El resultado fue desastroso y las críticas en redes no se hicieron esperar, llegando incluso a convertirse en síntoma del estado en que se encuentran las industrias creativas en México y la percepción que el actual gobierno federal tiene de ellas.
A pesar de ello, la comunidad creativa reaccionó y aparentemente se sumó a convocatorias que incluso se lanzaron en redes sociales, pero que seguían rezagando el valor de estas industrias, pues lejos de pagar por un trabajo bien ejecutado, solo se ofrecían viajes a las propuestas ganadoras.
El poder de un logo se ha patentado en los diversos casos que hemos mencionado en este análisis, donde te recordamos que al tratarse de la codificación gráfica de tu marca, es comunicación lo que emana ante el consumidor, por lo que debes de cuidar qué expresa y cómo lo hace.
A Peugeot le funcionó adoptar una filosofía de innovación que concluyó en un logo que no tiene desperdicio. Al Aeropuerto Felipe Ángeles no le sirvió un logo vaporoso sin técnica y apático del trabajo de un verdadero creativo. Tropicana nos demostró que pagar una cantidad millonaria por un nuevo logo tampoco es garantía de lograr una estrategia creativa acertada. Lo único patente en estas acciones es que jamás se tiene que soltar la mano de la esencia de una marca, por el contrario, ese es el único camino que muestra la expresión con la que sabemos cómo comunicar con el consumidor y qué mostrarle.
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