A pesar de lo que mucha gente piensa, a la fecha no hay cura para Covid-19, por lo cual solo se ofrecen cuidados paliativos y de apoyo. Empero, el virus que empezó la pandemia de alguna forma eligió los organismos de la gente mayor para propagarse, pero esto ha cambiado con las nuevas variantes del coronavirus, por lo cual cada vez más están llegando los más jóvenes a los hospitales.

En algunos puntos de Estados Unidos, sobre todo en estados del norte de ese país, como Michigan de Illinois, los nosocomios están atendiendo a muchos más adolescentes y jóvenes, de entre 20 y 35 años, quienes todavía no están vacunados a pesar de la velocidad de la inmunización en el país vecino del norte.

Sin duda, estos datos que nos llegan sobre las nuevas variantes y los nuevos focos de este virus que recorre el planeta, deben alertarnos para seguir protegiéndonos al máximo, así como a todos nuestros seres queridos.

Una polémica decisión

El gobierno del presidente López Obrador decidió vacunar primero a los maestros antes que al personal de salud. Esto ha levantado muchas cejas, tanto en el gremio médico como fuera de él, pues pocos han estado tan expuestos al nuevo coronavirus como los galenos de primer contacto de consultorios privados -incluidos los consultorios anexos a la farmacia-, los cuales, no hay que olvidar, han quitado mucha de la carga que tendrían las consultas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

El presidente López Obrador, ante esta justa demanda del gremio médico, les respondió con un tajante: “Que esperen su turno”, como si su vida no dependiera de ello y como si no llevaran más de un año luchando contra el nuevo coronavirus. Que nadie se llame a sorpresa cuando empiecen a llegar las demandas legales ante esta clara injusticia.

La base de los medicamentos, la investigación clínica

Es un tema del que no se habla mucho, pero no por eso es menos relevante. La Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), define a la investigación clínica (IC) como una actividad fundamental para demostrar que los medicamentos y las vacunas son eficaces y seguros. Si no existiera evidencia científica generada a través de estudios clínicos, no habría recomendación alguna ni intervención terapéutica y/o preventiva.

Así es, la IC es el método científico para prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades que le ocurren tanto a animales como a seres humanos, porque recordemos que la industria farmacéutica también desarrolla moléculas para animales de compañía y para consumo humano.

Lo cierto es que la IC ha salvado millones de vidas al ayudar a los médicos a determinar causas y tratamientos para las enfermedades, además de que brinda una serie de beneficios, como buscar tratamientos nuevos para pacientes en diferentes áreas terapéuticas, fortalecer al sector salud y atraer grandes inversiones a nuestro país.

Y es que en México, advierte ACROM, no es posible hacer ningún estudio clínico sin un protocolo que debe ser aprobado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la cual, ahora bajo su nuevo titular, Alejandro Svarch, ha emprendido toda una reingeniería; además de los Comités de Ética y la ConBioética.

Para concluir, la IC debería verse como un beneficio para la población y como una inversión, como es su papel en la realidad; así se proyectarán con más facilidad los beneficios y las ganancias que se obtendrán, empezando por la salud de la población, lo cual es fundamental, sobre todo ahora en tiempos pandémicos, porque sin lugar a dudas abona a la deteriorada economía del país.

El Botiquín

En números redondos, en nuestro país se han aplicado alrededor de 14.2 millones de vacunas anti Covid y se han recibido distintos embarques que suman 19 millones de dosis. A la fecha hay 2.3 millones de casos confirmados, 1.8 millones de personas recuperadas y 213 mil fallecimientos por Covid-19, según números oficiales. Como vemos, la pandemia y las nuevas variantes del coronavirus siguen vigentes como desde el inicio del confinamiento, no es tiempo de bajar la guardia. Por el contrario, es necesario cuidarse al máximo siguiendo todas y cada una de las medidas sanitarias.