Este año, finalmente, la lista de nominados ha reflejado uno de los aspectos que más se le criticaron hace algunos años, indicando que había poca diversidad entre los nominados. Es así como por primera ocasión hay dos mujeres nominadas en la categoría de Mejor Director (Chloé Zhao y Emerald Fennell), se ha nominado al primer asiático norteamericano (Steven Yeun), al primer musulmán (Riz Ahmed), la primera búlgara (Maria Bakalova), la primera surcoreana (Youn Yuh-Jung) y otras tantas de primeras veces como un documental chileno (“El agente topo”) y una película de Tunisia (“The Man Who Sold His Skin”). Inclusión es sin duda uno de los temas de la agenda, pero no el único.
En la ceremonia número 93 hay ocho películas que compiten en la categoría principal: “El padre”, “Hermosa venganza”, “Mank”, “Minari”, “Nomadland”, “El sonido del metal”, “Judas y el mesías negro” y “El juicio de los 7 de Chicago”. La más nominada es “Mank”, aunque irónicamente es la que suena como menos probable ganadora; es decir, muy seguramente será la gran perdedora de la noche. Es sobre el guionista de “Ciudadano Kane”, considerada la mejor película de todos los tiempos, y, en cierta forma habla sobre visibilizar a los verdaderos autores, igual que sobre intereses en la industria de los cuales bien pueden encontrarse paralelos en ámbitos políticos. Es quizás la “más distinta” en comparación con las otras y la que más habla de Hollywood, un tema que desde luego le gusta a la Academia.
“Judas y el mesías negro”, “El juicio de los 7 de Chicago” y “Hermosa venganza” hablan sobre justicia para distintos grupos (comunidad de color, minorías en general y las mujeres). “Hermosa venganza”, un thriller de humor negro, considerada la más innovadora del grupo, es sobre masculinidad tóxica, encaja muy bien con otras películas consideras y que quizás no llegaron a la categoría principal como “El escándalo”. Bajo un enfoque distinto, pero igual abordan la cuestión de la inclusión.
“Hermosa venganza” justo permite ponerse en los zapatos de otros, las mujeres, lo cual se repite con otros grupos. “El padre” lo hace con las personas que padecen demencia, “El sonido de metal” con quiénes pierden el oído y los sordomudos, mientras que “Nomadland”, la favorita de la temporada, pone la mira en quiénes se han quedado sin un trabajo y hogar fijo. También está presente el tema de la resiliencia, muy claro en “Minari” donde una familia asiático-norteamericana debe enfrentar varios avatares y cuestión que se repite de nuevo en “El sonido del metal” y “El padre”. Por cierto, en ella está abordado el tema del sueño americano bajo una óptima distinta.
A lo anterior hay que sumar que este año la ceremonia tendrá varias sedes. El motivo es, desde luego, la cuarentena y cuidar el tema de la sana distancia, pero, sin duda ayuda también al discurso de diversidad e inclusión. Este año las nominadas no son súper producciones, sí tienen algunas estrellas, pero pueden verse, en su mayoría, en plataformas. Hay ahí también una cuestión de cercanía. Hace algunos años, cuando Trump había llegado a la presidencia, Meryl Streep dio un discurso hablando sobre cómo Hollywood está hecho de extranjeros y sobre cómo el arte es vital. Esa parece ser una guía para entender al grupo de nominados y las decisiones que ha tomado Oscar. Los ganadores darán aún mejores señales del pensar y sentir de la industria más importante del cine.
Carlos Andrés Mendiola