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La Semana Santa tradicionalmente ha sido una de las fechas de más circulación turística interna y externa en México
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Sin embargo, con la pandemia de la COVID-19, se redujo de forma sustancial el número de visitantes a los principales destinos
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Pero para la edición 2021, ya a la vuelta de la esquina, es claro que habrá un regreso parcial al número de turistas “regular”
A pesar que México está lejos de acabar con la pandemia de COVID-19, muchos habitantes están listos para arriesgarse en Semana Santa para irse de vacaciones. En un comunicado, la casa de investigación y opinión pública Defoe dio a conocer los resultados de un nuevo censo sobre la intención de los ciudadanos para este fin de semana. El 30 por ciento de las personas encuestadas afirmó que suele viajar en estas fechas, lo que revela una clara intención de salir.
La mitad de las personas que sugirieron que podrían salir esta Semana Santa dijo que iba a ir a la playa. 15 por ciento señaló que iría a alguna ciudad, mientras que menos de una décima parte iría a los Pueblos Mágicos. Cabe destacar que casi nueve de cada diez señaló que irían a su destino por carretera. La mayoría de las personas elegirían un autobús, aunque una fracción pequeña se decantó por el auto particular. Menos del cinco por ciento viajaría en un avión.
Otro descubrimiento interesante de esta encuesta para vacaciones de Semana Santa es el gasto. Es evidente que muchos consumidores se han visto afectados por la crisis económica. La fracción de la población que invertiría entre dos mil y tres mil pesos fue la más numerosa, con 25 por ciento de los encuestados. Cabe destacar que casi seis de cada diez mexicanos con intenciones de salir durante los próximos días tiene planeado gastar menos de cuatro mil.
La segunda Semana Santa en medio de la pandemia
Aunque Defoe no preguntó directamente si los mexicanos saldrían o no en medio de la crisis de COVID-19, es evidente que muchos de los que acostumbran salir lo seguirán haciendo. En la Ciudad de México (CDMX), de acuerdo con Uno TV, ya desde el pasado fin de semana que se vió una saturación del aeropuerto por Semana Santa. Mucha gente, aunque traían puesto el cubrebocas, no estaban respetando otras buenas prácticas como tener una sana distancia.
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Cabe destacar que, aunque es la segunda Semana Santa que vive México en medio de la crisis de COVID-19, sería la primera con una sustancial movilización turística. El año pasado, de acuerdo con Milenio, grupos hoteleros y compañías de viajes estaban registrando tasas de cancelación de hasta 100 por ciento. Destinos como Puebla, Nuevo León, Acapulco, Cancún, Tabasco y Huatulco se quedaron con una ocupación de 15 por ciento en el mejor de los casos.
De la mano con un superior interés en vacacionar para Semana Santa, también aumentan los temores de las autoridades de gobierno sobre cómo limitar el impacto de la COVID-19. De acuerdo con El Universal, en el Valle de México se pretende acelerar la vacunación a toda la población de tercera edad. Pero fuera de eso, no se parece tener un plan en marcha a nivel federal o local para evitar un empeoramiento inmediato de la pandemia luego de este puente.
Otras estrategias para limitar la COVID-19
Mientras que en México se tiene un acercamiento muy Laissez faire, en otros países se están tomando medidas más estrictas para limitar los contagios por Semana Santa. Por ejemplo, la semana pasada, Argentina dijo que bloquearía los vuelos hacia sus vecinos regionales Brasil, Chile y la misma República Mexicana. La medida entró en vigor desde el pasado 27 de marzo y no se sabe hasta qué fecha se podría reanudar la circulación hacia estas otras naciones.
También hay marcas que están tratando de diseñar nuevas formas de viajar que no impliquen una ola de infecciones como la que probablemente se verá luego de Semana Santa. Airbnb, por ejemplo, anunció que había firmado una alianza con los Pueblos Mágicos para incentivar a sus usuarios a visitar estos destinos en lugar de los lugares más populares. Esto, no solo para reducir la concentración de gente, sino también para ayudar a recuperación económica local.