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En 2019, WeWork esperaba que su salida a la bolsa le permitiera alcanzar una valuación de hasta 49 mil mdd, aunque ciertos agentes esperaban más
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Sin embargo, la IPO se derrumbó tanto por dudas sobre su modelo de negocio como por el estilo gerencial de su co-fundador Adam Neumann
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Como otras compañías en los últimos años, esta startup se ha enfocado en la expansión rápida de su negocio, y no en presentar números negros
Como ave fénix, de las cenizas de su desastrosa Oferta Pública Inicial (IPO), nacen los nuevos planes de WeWork para salir a la bolsa. De acuerdo con Reuters, la marca oficialmente acaba de aceptar salir al mercado de valores en una fusión con BowX Acquisition Corp. La operación con la Empresa de Adquisición con Propósito Especial (SPAC) valúa a la gigante de coworking en más de nueve mil millones de dólares (mdd). No es claro cuándo se completará el proceso.
Vale la pena destacar que WeWork ya había pensado llevar su negocio a la bolsa a través de una IPO tradicional a finales de 2019. Sin embargo, sus planes se derrumbaron en el el último momento luego que SoftBank, su principal inversionista, se viera forzado a darle un préstamo para mantener su negocio a flote. Entonces, se esperaba que la marca de coworking tuviera una valuación de hasta 65 mil mdd. Es decir, más de siete veces lo que se espera para ahora.
De acuerdo con WeWork, se esperan reunir alrededor de mil 300 mdd en esta operación. Lo anterior incluye unos 800 mdd de capital privado de varios fondos de inversión. De acuerdo con Reuters, la decisión de salir a la bolsa con una SPAC no habría sido muy popular entre sus accionistas. Fuentes internas habrían señalado a la agencia de noticias que la startup perdió tres mil 200 mdd el año pasado tras sugerir llegar al mercado mediante este popular recurso.
¿El regreso de WeWork?
Los últimos meses han sido complicados para la empresa de coworking, por decir lo menos. De acuerdo con Business Insider, el nuevo CEO de WeWork, Marcelo Claure, está optimista ante la recuperación de su empresa durante 2021. Para el ejecutivo, el mundo post-pandemia es el escenario perfecto para que la organización finalmente sea redituable. Eso, en gran parte, por la creciente popularidad de los formatos de trabajo flexible en el regreso al new normal.
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Parece que WeWork no está del todo equivocada en esta evaluación. En datos del Washington Business Journal, la empresa de coworking ya está llegando a importantes acuerdos con varios agentes en medio del regreso a las oficinas. Específicamente, está ofreciendo espacios gratuitos o con descuento para fomentar la reactivación económica en la capital de Estados Unidos (EEUU). Algo que debería ayudarle a mostrar, activamente, el atractivo de su negocio.
A eso se debe de sumar que WeWork ha conseguido librarse de algunos de los problemas que dificultaron tanto su salida a la bolsa en 2019. Principalmente, parece que el conflicto entre su co-fundador Adam Neumann y su inversionista SoftBank finalmente quedó en el pasado. De acuerdo con el New York Times, la demanda que enfrentaba a ambos quedó saldada desde mediados del año pasado. Así que no debería haber más escándalos en el camino al futuro.
La popularización de las SPAC
También es interesante analizar este debut a la bolsa como parte de una tendencia mucho más grande en el mercado de valores. Específicamente, la popularidad de las SPAC como recurso viable en el sector. Y es que WeWork no ha sido la única marca que se ha decidido a hacerse pública mediante este recurso. Recientemente, la plataforma de de Trading Social eToro dijo que utilizaría este mismo recurso para poder listarse en Nasdaq tras un 2020 de expansión.
El concepto de SPAC es atractivo para las empresas por varias razones. Primero, permite a las compañías salir a la bolsa sin tener que lidiar con muchos de los dolores de cabeza asociados a una IPO tradicional. Asimismo, del lado de los inversionistas, también es un sistema perfecto para satisfacer el creciente interés en marcas dentro del mercado de valores. En otras palabras se trata de un recurso ganar-ganar, tanto para los accionistas como para las organizaciones.