Utilizar recursos como lo son el conflicto, misterio y resolución ha sido parte del storytelling desde sus inicios; según fuentes de National Geographic, esta actividad comenzó hace más de 30,000 años, a través de la pintura rupestre que era una forma de comunicación humana dentro de cuevas y en piedras.
Regresando al hoy, la tendencia en marketing incluye también el término de versatilidad. Lo desconocido resulta fascinante. Las historias logran captar la atención de la audiencia al hacerlos esperar y pensar en ¿qué pasará?
Se ha descubierto que, las personas que leen un libro o ven una película pueden llegar a sentir una real conexión e incluso, sentir que son el protagonista de la historia. Según los autores Lisa Libby y Geoff Kaufman del libro “Changing beliefs and behavior through experience talking”, sostienen que en la medida en la que el público tiene la sensación de empatía que, coloquialmente se dice -pararse en los zapatos- de un personaje, experimentan emociones y motivaciones específicas.
Esto nos lleva a pensar que todos nos hemos “picado” con ciertos contenidos, desde programas de TV, series en streaming, videojuegos, siguiendo a empresas, influencers o expertos en diversas redes sociales y de pronto “se pierde el interés” en el pasar de días o semanas.
Un excelente ejemplo es el caso del videojuego Farmville, desarrollado por la empresa Zynga en colaboración con la distribución de Facebook. En el año 2019, Farmville era un hit global que logró en su momento la suscripción de 83.3 millones de participantes mensuales; en 2010 estos jugadores se veían entusiasmados y motivados a comprar de manera digital con el objetivo de subir de niveles, lo cual generó más de $36 millones de dólares de ingresos para la compañía.
Para finales del 2012, la gente perdió interés en este videojuego y las acciones de la compañía cayeron un 80%. Se ha documentado que los nuevos juegos que lanzaban, no eran realmente nuevos y eso, aunado a la creciente competencia de videojuegos y plataformas digitales, causó que en pocos años esa lealtad por parte de los clientes fuera abandonada.
El reto para todos los generadores de contenidos, de creadores de campañas de marketing, de comunicación y de relaciones públicas es no olvidar lo importante que es seguir innovando de manera constante; evitar a toda costa ser predecible. Los consumidores siempre se caracterizarán por estar ávidos de novedades y de sorpresas.
Lograr la variabilidad infinita es un desafío, pero es la clave para que los negocios tengan mayores oportunidades de captar la atención y retención de clientes actuales y potenciales.
En conclusión, es ideal que las marcas ofrezcan y transmitan de manera clara y original recompensas de gratificación desde sentirse parte valiosa de una comunidad, ya sea física, híbrida o completamente virtual, hasta ofrecer incentivos económicos y materiales, a través de premios, promociones o descuentos que logren que el consumidor se sienta retado y motivado en un ambiente de constancia e innovación.