Luego de varios meses de permanecer cerrados, este lunes comenzaron a operar nuevamente los gimnasios y centros deportivos en la Ciudad de México y el Estado de México. No obstante, esta medida parece que llegó tarde para reconocidas cadenas como Smart Fit.
En principio es justo reconocer que hablamos de uno de los sectores más afectados por la pandemia en el territorio mexicano.
Los gimnasios se desinflan
Los aforos reducidos y cierres escalonados, son apenas algunos de los primeros problemas a los que se enfrentan marcas como Smart Fit. Un consumidor poco interesado en regresar a los gimnasios es parte potencial del problema.
Y es que durante la etapa de confinamiento, muchos consumidores encontraron en sus propios hogares un espacio para ejercitarse gracias a la compra de equipo propio así como a la orientación de cientos de cursos y herramientas en línea.
La combinación de condiciones y fenómenos ha cobrado factura para el sector. Durante el año pasado según la Asociación Mexicana de Gimnasios y Clubes (Amegyc), el 30 por ciento de los espacios de ejercitación física cerraron sus puertas de manera permanente durante el año pasado, cifra que se traduce en cerca de 3 mil 861 gimnasios, por lo que pasaron de contar con 12 mil 871 a 9 mil espacios de ejercitación física en el país.
La reapertura en la Ciudad de México que comienza a partir de este lunes, es crucial si consideramos lo que la entidad representa para el sector.
A decir de la mencionada organización, la CDMX concentra más del 40 por ciento de los gimnasios en el país, por lo que reabrirán alrededor de 3 mil 603 gimnasios con las medidas preventivas correspondientes y operarán con el 30 por ciento de su capacidad.
Para Smart Fit ¿la reapertura llega tarde?
Aunque esto será un respiro para muchas marcas que se desempeñan en el sector, lo cierto es que para algunas sucursales de Smart Fit, ese proceso de reactivación parece haber llegado tarde.
Y es que la reconocida firma ahora parece estar en riesgo de tener que cerrar varios de sus establecimientos.
Cuando menos así lo han indicado desde Milenio, medio que citando al director de Smart Fit México, Oriol Cortés, destacó que la marca se plantea cerrar algunas de sus sucursales.
“El año pasado por suerte Smart Fit no cerró ningún gimnasio, pero de no abrir en febrero empezaremos a tener que cerrar gimnasios en Ciudad de México. Ya tenemos dos o tres gimnasios revisados y en caso de no poder abrir van a tener que cerrar y van a ser los primeros gimnasios que Smart Fit empiece a cerrar después de un año intentando aguantar el máximo posible nuestros gimnasios”, destacó para el medio citado Cortés.
Los mencionado cierres se podrían dar en entidades en donde la industria luce paralizada.“Sí hay posibilidad de salvarlos, por eso es un llamado de urgencia a Ciudad de México, lo que estamos diciendo es que necesitamos volver a operar y necesitamos poder volver a facturar. No queremos ayuda en nómina, ISR, queremos pagar impuestos y hacer lo que sabemos”, afirmó el también vicepresidente de la Amegyc.
El asunto podría ser una constante para otros competidores de la firma, si consideramos que aunque a partir de hoy estos espacios comienzan a operar, las restricciones impuestas por las autoridades limitan su aforo y en más de un sentido su operación, aspectos que se suman al tiempo que lleva estabilizar el flujo de personas que asisten aun gimnasio, lapso promedio, que según la experiencia de Smart Fit, es de entre 20 y 120 días.