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De acuerdo con Small Biz Genius, previo a la pandemia, el trabajo remoto había crecido en 140 por ciento desde 2005
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También estadísticamente más probable que las pequeñas empresas estén más dispuestas a adoptar este esquema laboral
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Previo a la crisis sanitaria, se estimaba que el 16 por ciento de las compañías contrataban exclusivamente profesionales a distancia
En los últimos meses, se ha podido comprobar de forma empírica que el trabajo remoto tiene varias ventajas para las empresas y sus colaboradores. En primera instancia, ha servido como un gran impulsor de la digitalización de las operaciones, una evolución a la que las marcas se han rehusado por mucho tiempo. Para empresas de servicios online, también es una excusa para expandir sus propuestas e aumentar su participación de mercado con nuevos servicios.
Pero también han quedado claro los retos que tal vez no eran tan claros cuando el trabajo remoto no tenía una amplia adopción. De acuerdo con Running Remote, la distancia ha llevado a una nueva epidemia de aislamiento, con problemas psicológicos para los colaboradores en el nivel personal. También ha llevado a una comunicación muchas veces poco ideal, pues no siempre se tienen las herramientas correctas para interactuar. Eso sin contar, claro, el burnout.
La situación más compleja, sin embargo, ha sido sin duda la productividad. En los espacios de oficina tradicionales también había muchas empresas que no sabían cómo optimizar el tiempo de sus colaboradores y eliminar las distracciones. Pero con el trabajo remoto, la gestión es aún más laxa y la procrastinación es más atractiva. Así pues, Future Is cree que es crucial que los equipos desarrollen cinco skills, soft y hard, para mantener su ritmo laboral aún a la distancia:
Comunicación de escucha activa en el trabajo remoto
No se puede tener un adecuado nivel de productividad si los miembros del equipo no están adecuadamente coordinados en sus tareas y actividades. Y esto no es posible tampoco a menos que las personas sepan cómo prestar verdaderamente atención a lo que otros tienen que decir. Esto no solo ayudará a reducir la cantidad de malentendidos y discusiones. También llevará a un mejor intercambio de ideas que puede mejorar los resultados en el largo plazo.
Notas relacionadas
Adaptabilidad a las condiciones
La actual situación sanitaria, económica y laboral no es fácil para ninguno de los agentes en el mercado. Esto significa que no solo es responsabilidad de las empresas poner las condiciones necesarias para facilitar el trabajo remoto. Es importante que las personas sepan cómo ser más flexibles y hallar soluciones ingeniosas a los problemas comunes de realizar sus tareas a la distancia. Con una actitud proactiva, se puede llegar a respuestas mucho más inteligentes.
Innovación en el trabajo a distancia, potenciada por la creatividad
Este punto está muy relacionado con el anterior. La flexibilidad implica saber adaptarse incluso a las situaciones más complejas y salir adelante. Pero si se hace una mezcla con la creatividad y la innovación, entonces se pueden desarrollar soluciones que hasta mejoren la propuesta de valor de la compañía. Lo anterior también aplica para los líderes de las organizaciones. Con estas soft skills, podrán encontrar sistemas más convenientes para impulsar la productividad.
Diseño de experiencias de usuario
Una de los más grandes diferenciadores de las empresas ha sido por mucho tiempo cómo se lleva a cabo la interacción entre la marca y el usuario. Se trata de una hard skill que también puede ser muy valiosa para el trabajo remoto. Si las personas desarrollan estas habilidades y las aplican en su trabajo diario, los clientes y consumidores de la marca se verán beneficiados. Y esto, a us vez, hará que cada interacción y actividad sea inmediatamente aún más valiosa.
Agilidad en el trabajo remoto
Otra habilidad técnica que es cada vez más necesaria en el mundo post-pandemia. Se trata de una hard skill que habilita a los colaboradores y empresas a implementar las mejores prácticas en cada una de sus tareas profesionales. Esto se expresa a través de tres fases cruciales: la planeación, la ejecución y la adaptación. Con un enfoque más ágil en toda la organización, ya sea a distancia o en persona, una empresa puede potenciar sus resultados significativamente.