• Amazon ya ha tenido problemas anteriormente con su sistema de Flex en EEUU

• Hace unos meses, se empezó a reportar que varios de estos conductores dejaban sus teléfonos colgando de árboles cerca de centros de distribución

• Esta estrategia les permitía recibir asignaciones más seguido que otros colaboradores independientes, pues el algoritmo prioriza la cercanía

En Estados Unidos (EEUU), ha sido un problema recurrente las plataformas de la economía colaborativa que se han rehusado a pagar las propinas a sus conductores. Sin embargo, poco a poco se ha obligado a las compañías envueltas en estos escándalos a saldar cuentas con los colaboradores afectados. De acuerdo con Reuters, la marca más reciente en ser afectada por esta tendencia es Amazon, por una controversia dentro de su servicio de entregas Flex.

La compañía ha sido acusada de no pagar todas las propinas que los usuarios le daban a estos repartidores por más de dos años. Este sistema lo usa Amazon ampliamente en EEUU para tener más individuos a cargo de su red de logística y facilitar las entregas al público. La Comisión Federal de Comercio (FTC) norteamericana anunció que el caso se ha resuelto a favor de los colaboradores afectados. La marca de Bezos dará 61.7 millones de dólares (mdd).

De acuerdo con la organización, Amazon promocionó Flex como un servicio donde cada uno de los repartidores independientes ganaría entre 18 y 25 dólares cada hora. Además, se les daría el 100 por ciento de las propinas que decidieran otorgar los usuarios. Sin embargo, la marca de retail, a finales de 2016, les habría empezado a pagar una tarifa menor sin decirles nada. La diferencia entre la realidad y lo anunciado se compensó justamente con estas tips.

Los desafíos de Amazon para 2021

Tal vez un pago de 61.7 mdd no es gran cosa para la compañía de Jeff Bezos, incluso si se le suma los efectos negativos a su imagen de marca. Pero en conjunto con otros de los retos que la empresa debe enfrentar, podría ser la gota que derramó el vaso. De acuerdo con Forbes, se espera que la empresa reduzca (incluso detenga) la expansión de sus marcas. Una decisión que no sería menor, considerando que es de su principal fuente de ingresos a escala global.

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El medio reafirma que continuar vendiendo productos propios que compitan con los clientes de su marketplace es peligroso, considerando los procesos que se ciernen sobre Amazon. No hay que olvidar que, como apunta TechCrunch, en la Unión Europea hay una investigación que pretende determinar si es anti-competitivo la forma en que usa sus datos. En este sentido, es posible que fuera mucho más provechoso solo centrarse en crecer su negocio de publicidad.

A eso se le deben sumar los retos por los que todo el entorno ecommerce debe pasar, incluida Amazon. De acuerdo con Finch, se espera que en todo 2021 continúe un entorno de enorme incertidumbre a lo largo del próximo año. Lo anterior no solo se refiere a la economía, que es un tema de por sí importante, por el efecto continuado de la pandemia en el bolsillo de los usuarios. También por los rápidos cambios en las tecnologías y tendencias de la industria.

Otras empresas con problemas por propinas

También es importante recordar que Amazon no es la única marca en el mercado que se ha metido en problemas por negarle propinas a sus colaboradores. En julio de 2019 hubo un gran escándalo alrededor de DoorDash, que también fue acusada de quedarse con este dinero que le correspondía a sus colaboradores. Aunque inicialmente empezó como un reportaje en el New York Times, eventualmente escaló a una plena controversia con consecuencias legales.

Otras plataformas, si siguen los pasos de DoorDash o Amazon, podrían estar en un problema igual o similar dentro de unos años. Por ejemplo, en mayo del año pasado, Instagram lanzó un nuevo programa para darle propinas a sus influencers. La idea es que los usuarios puedan hacer donaciones directamente a los creadores a cambio de stickers y otros elementos que pueden usar en un streaming en directo. La función llegó primero a España, México y EEUU.