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Las reglas del DOF indican que la crisis sanitaria actual en México representa un reto “sin antecedentes”
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Por lo mismo, el Gobierno federal ha decidido que los superdelegados son necesarios para coordinar el plan nacional de distribución de vacunas
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Dentro de México, no se espera que se complete la inmunización de toda la población sino hasta el año 2022
En todo el mundo, la distribución de las vacunas anti-COVID ha probado ser una pesadilla logística. En México, para tener un control más preciso sobre la estrategia de distribución y aplicación del fármaco, el Gobierno federal determinó que se tendrán “superdelegados”. Hoy, de acuerdo con El Universal, se publicaron en el Diario Oficial de la Federación (DOF) todos los lineamientos que se seguirán para la selección. Ellos estarán a cargo de las brigadas estatales.
La idea es que el mismo Gobierno federal seleccione a los 32 superdelegados que van a estar al frente de la estrategia de aplicación de vacunas. Según el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sus elegidos son médicos del Sector Salud, el IMSS, Insabi, Marina y de la Secretaría de la Defensa. Se espera que “pronto” se de a conocer la lista, para ya dar inicio a las tareas de coordinación nacional. Las reglas del DOF detallaron cómo operarán.
Cabe destacar que se contempla que los superdelegados puedan pedir ayuda de autoridades locales y estatales para distribuir las vacunas en cada región. Incluso se tiene contemplado que se solicite el apoyo de agentes particulares. En otras palabras, los líderes de las brigadas estarán completamente al mando de las estrategias de distribución de las dosis. Lo anterior se traducirá en que las administraciones de cada zona tomen un papel de apoyo en la ejecución.
¿La controversial figura de los superdelegados está de vuelta?
De nuevo, en ninguna parte del mundo ha sido sencilla la distribución de las vacunas. Incluso en las naciones más poderosas de Occidente, como Alemania, la situación no está saliendo tal y como se planeaba. De acuerdo con CNBC, no se ha tenido la suficiente disponibilidad de dosis en ciertos centros de inmunización como para seguir adelante con el programa. A eso se debe sumar el reto que varias personas en apariencia no tienen intención de recibir el fármaco.
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En este contexto, es lógico que en México se quiera tener un control mucho más estricto de las vacunas. Al mismo tiempo, la figura de los superdelegados no es nueva para el Gobierno federal. Y ya antes no han sido muy bien recibidos por todos los agentes políticos en el país. Tal y como menciona Expansión, la oposición vió en estos agentes una operación política. Una que habría sido diseñada para reducir la eficiencia de estados controlados por otros partidos.
Lo cierto es que ya hay algunas quejas de que las vacunas están siendo explotadas con fines políticos por el Gobierno federal. De acuerdo con El País, muchos estados han empezado a solicitar que se les permita ejecutar sus propias compras de dosis para sus poblaciones. En este sentido, muchos miembros de la oposición saben que la gestión de la pandemia será crucial en las elecciones. Especialmente las que están planificadas para el próximo julio.
Sobre el manejo de las vacunas en México
Cómo se distribuirán las dosis en el país ha sido materia de discusión constante por semanas. De hecho, han provocado peleas en redes sociales entre agentes políticos y líderes de opinión en estas plataformas. Específicamente, uno de los temas más complicados ha sido la aparente preferencia por distribuir vacunas entre el personal de hospitales públicos. Aunque hay los que creen que es lo justo, otros más han señalado que también los particulares están rebasados.
Por otro lado, también ha sido controversial la decisión de México para ceder una parte de sus vacunas a los países más pobres. Se trata de una acción que más naciones en el mundo se deberían decidir a seguir. Esto, porque hay un temor que la falta de dosis en ciertas zonas lleve a una carga mortal considerable. Pero el grueso de la población lo vio con malos ojos, pues no creen que la situación sanitaria permita ser solidario con otras zonas en igual o peor condición.