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Vogue es una de las marcas líderes en el mercado de medios y esto se debe a la especialización que ha adquirido con años en el mercado.
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Un aspecto que no podemos perder de vista hoy en día es el que tienen que ver con la gestión de talento y la forma correcta de comunicarlo.
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Hoy en día hay elementos que no debes ser desestimados y que sin lugar a dudas ayudan a comprender el valor de un mensaje bien ejecutado.
Una aparente mala decisión de fotografía para portada ha metido a Vogue en problemas y lo que se esperaba ser una portada de bienvenida a una importante política estadounidense, terminó por convertirse en una mala estrategia de imagen pública.
La revista Vogue ha basado su estrategia de contenido en portadas que han hecho de las personalidades mostradas y del medio un fuerte referente en el mercado.
Las portadas también han estado llenas de polémica y una importante advertencia en todo ello tiene que ver con la forma como las marcas de medios han aprendido a comunicar cada vez más, con mayor entendimiento del contexto en que distribuyen sus contenidos.
El problema
Vogue parece haber elegido una mala portada de su edición de febrero en que Kamala Harris aparece vistiendo tenis Converse y en una actitud totalmente desaliñada, por lo que de inmediato las críticas no se hicieron esperar incluso argumentando que su tono de piel se había aclarado, error que ha demostrado, es un grave problema cuando un medio lo lleva a cabo.
Harris será la primer y próxima vicepresidenta de Estados Unidos y el aspecto que ha mostrado en esta portada de informalidad más que de casualidad, parece ser la imagen con que gobernará en la administración que se viene junto a Joe Biden.
La crítica se incrementó cuando en información publicada por periodistas como Yashar Ali, se advierte que la imagen de portada elegida por el equipo de la próxima vicepresidenta no es la que apareció en la edición, sin embargo, los medios tienes códigos editoriales y toman decisiones en función de los mismos, no en recomendaciones de personas ajenas al medio.
Ni idea por qué usaron esta foto tan peye, pero muy salida de los códigos pa representar figuras políticas.
Desenfocada, una pose muy informal y además una iluminación que no le hace justicia a su color de piel (y eso pa las mujeres negras y de raza mixta en USA is a big deal) https://t.co/oLACzLwryz— Diana ? (@dianalunareja) January 10, 2021
2. In the cover that they expected, Vice President-elect Harris was wearing a powder blue suit. That was the cover that the Vice President-elect’s team and the Vogue team, including Anna Wintour, mutually agreed upon…which is standard for fashion magazines.
— Yashar Ali ? (@yashar) January 10, 2021
kamala harris entrando a las oficinas de vogue en converse: pic.twitter.com/Wfh9TeKtnO
— lil basquiat ?♃ (@arycarangi) January 10, 2021
Este tipo de acciones, con las que se busca viralizar a un medio aunque termina ocurriendo una tendencia pero por las razones equivocadas, nos advierte las consecuencias de elegir una mala acción en medio de un contexto social y político altamente sensible.
Estados Unidos no ha atravesado por su mejor momento político y es que en la antesala de la salida de Donald Trump de la presidencia de Estados Unidos, estamos siendo testigos de una serie de acciones que hacen de cualquier error un problema con efectos de gran peso en el mercado.
En este caso, el hecho de lanzar una portada con la próxima vicepresidenta nos advierte de la capacidad con que cuentan las marcas al momento de tener que entender el contexto en el que se desempeñan.
Esto sin lugar a dudas coloca al contexto en el centro de toda buena estrategia y hace posible el trabajo que las marcas buscan en ventas y reconocimiento, cuando basan su apuesta en la comunicación.
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