México, D.F.- En 1953, Alex Osborn publicó el libro “Applied Imagination“, en el cual el autor habla de la técnica creativa Brainstorming, que ya se venía siendo utilizada por él años atrás. Ganó rápidamente popularidad, que conllevó a que Osborn reeditara el libro en 1957 para ampliar la información y reordenar los capítulos para ofrecer una versión más didáctica. Este término es ahora conocido como “lluvia de estrellas”, que busca romper los paradigmas, dar origen a un conjunto de ideas para de esta manera sacar una más fructífera. Ante este panorama que después de mas de 59 años continua siendo aplicable, merca20.com entrevistó a Luis Gaitan– executive creative director de DoubleYou– para que nos hablara de la importancia de esta técnica.
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¿Crees que es importante hacer brainstorming antes de aterrizar una idea?
No siempre es necesario, aunque siempre que se puede hacer es un proceso bienvenido. A mi modo de ver el brainstorming debe ser un detonador y no una herramienta sistemática o aplicable en caso de “sequía” creativa. Lo digo porque en muchos casos en las agencias se recurre al brainstorming como solución de emergencia, cuando por ejemplo los equipos creativos por individual no han dado en el clavo. Para ser productivo un brainstorming debe preparase prealablemente, esto significa que cada asistente haya podido previamente mirar el brief y apuntar sus ideas para compartirlas, de modo que la reunión empiece con debate y sea enriquecedora en su desarrollo.
También creo que es importante limitar su duración para que sea realmente productivo. Esto es por ejemplo hacer dos sesiones separadas de 45 minutos o una hora, buscando que suceda lo que tiene que suceder: que se expresen ideas. Personalmente lo que espero de un brainstorming es que cada uno se sienta absolutamente libre de disparar ideas, por más absurdas que puedan parecer. Muchas veces las grandes ideas nacen de un comentario o una observación, que no salen a fuerzas de la boca de un creativo. Cuando se presenta el típico momento en que todos los participantes empiezan a mirarse en silencio sin decir nada, es mejor dejarlo allí y que cada uno vuelva a pensar por separado antes de volverse a reunir.
¿En qué casos es más necesario hacer brainstorming?
Cuando los tiempos para resolver un brief son muy apretados, buscando agilidad. Pero también cuando se trata de grandes proyectos con cierta complejidad. De todos modos como decía anteriormente, siempre que los tiempos y la disponibilidad de los equipos lo permiten, es una herramienta bienvenida.
¿Cuáles son las ventajas de hacer brainstroming?
Bien pilotado, es decir, creando las condiciones idóneas para que cada uno se sienta a gusto disparando ideas, es una herramienta de cohesión de equipos. Desde mi experiencia en esas juntas puede producirse esa adrenalina colectiva que federa a las personas alrededor de una campaña o proyecto, independientemente de los perfiles y cargos, lo cual es clave para que las cosas sucedan. Otra ventaja es la riqueza de ver diferentes puntos de vista y sensibilidades expresados, buscando una idea más poderosa y descubriendo por momentos un ángulo inesperado.
Otra más es que, de nuevo, bien pilotado, puede convertirse en un buen detonante de ideas y al mismo tiempo en un momento gratificante para todos los que participan. Mucha gente no se atreve a hablar, siempre existe esa presión extraña o temor a que los demás juzguen mal las ideas de uno. Tiene mucho que ver con los egos. Por ello para mí hay dos reglas claves: si vas a censurar las aportaciones de los demás mejor no vengas. Y si no vas a decir nada, tampoco vengas. El brainstorming debe ser un espacio para expresarse libremente, en el cual lo que yo espero es oír estupideces y a lo mejor entre todas ellas detectar una gran idea. Es un ejercicio de generosidad y de humildad. Considero que tener ideas no es el dominio reservado de los creativos. Saber detectar una buena idea, percibir su posible recorrido y relevancia, además de saber bajarla, sí que lo es.
¿Crees que el brainstorming es fundamental en todo proceso creativo?
Sin duda lo es, aunque no tiene que ver con una reunión de un grupo de personas. El trabajo creativo implica que estés peloteando permanentemente, la mayoría del tiempo contigo mismo. Dentro de una oficina y sobre todo fuera de ella.