Bill Gates fundó Microsoft durante 1975 cuando tenía apenas 20 años de edad y levantó una compañía que actualmente es conocida en todo el mundo. Sus 119,400 millones de dólares en fortuna, lo ubican como la cuarta persona más rica del mundo, según la revista Forbes.
Para algunos esto es sinónimo de éxito y de que probablemente es alguien a quien se debe imitar en el mejor de los sentidos, tratar de tomar los aspectos positivos que le han permitido su posición, con la esperanza de mejorar su situación económica.
Algunos de sus hábitos pueden significar un impulso a corto e incluso a largo plazo y es por ello que lo que comparte con el mundo se torna relevante, sobre todo en un contexto en el que la economía y la salud pasan por malos tiempos ante la contingencia.
El millonario comparte su perspectiva desde su popular blog GatesNotes e incluso en entrevistas, no duda en brindar su perspectiva y actividades del día a día, revela su filosofía para crecer en el mundo de los negocios y ser un verdadero líder.
Entre sus preceptos se ubica la capacidad de adaptación como una de las protagonistas: “las compañías fracasan por muchas razones. Algunas veces son administradas en forma deficiente, algunas veces simplemente no crean los productos que los clientes quieren. No obstante creo que el mayor asesino de una compañía, especialmente en las industrias de rápido cambio como la nuestra, es el rechazo a adaptarse al cambio”.
Esto llega ad hoc al panorama actual que impulsa a adaptarse rápidamente a las nuevas necesidades y comportamientos que ha dejado a su paso la contingencia y como líder, ayudar a otros a que lo hagan.
Es también en este entorno que Gates compartió que a nivel familiar, sus hijos pasan más tiempo en casa, lo que en relaciones personales dentro de su familia es muy importante, mientras que el mismo ha podido hacer muchas cosas por su cuenta. Al finalizar cada año se pregunta “¿Dediqué suficiente tiempo a mi familia? o ¿desarrollé nuevas amistades y profundicé en las antiguas?”. Esto lo hace porque sabe que en un líder ve en la familia es un impulso definitivo, un motor que lleva a crecer en lo profesional.
Como tercer punto indicó que a veces el liderazgo implica algo tan sencillo de pensar como enfrentar los problemas, aunque tan complicado de hacer: “desde que era adolescente, he abordado todos los grandes problemas nuevos de la misma manera, comenzando con dos preguntas. Usé esta técnica en Microsoft y todavía la uso hoy”.
Gates es fiel creyente de que todo líder tiene un instinto inherente que debe obedecer: “tomamos buenas decisiones de negocios, como enfocar nuestros esfuerzos hacia el chip de Intel 8080, aunque en los primeros días no parecían tan buenas decisiones”.
Finalmente, compartió que un líder siempre está a servicio de los demás dando su máximo: “algunas veces prometíamos más a nuestros clientes de lo que cualquier otro podía ofrecer realmente. Para lograrlo nos quedábamos despiertos hasta más tarde y trabajábamos más fuerte”.
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