• La encuesta de SAP consideró respuestas de México, EEUU, Australia, Alemania, Brasil, Canadá, China, India, España y Reino Unido

• Muchos expertos de recursos humanos señalaron que uno de los mayores ganchos para traer talento es la promesa de trabajo flexible

• Sin embargo, para el 64 por ciento será difícil mantener la productividad a largo plazo cuando la gente esté en sus casas

Una de las tantas promesas del 2020 es la implementación masiva del home office en todo el mundo. Compañías de alcance global, regional, nacional y hasta local han dicho que están dispuestas a adoptar formatos más flexibles permanentemente, aunque sea de forma parcial. Sin embargo, un nuevo estudio de SAP pone en perspectiva estas esperanzas. Y la verdad es que la mayoría de los expertos y sus empleadores no están listos realmente para el cambio.

En una encuesta a líderes de Recursos Humanos en todo el mundo, solo el 24 por ciento dijo que sus colaboradores pueden practicar el home office de forma efectiva. Esto, por que tienen las herramientas necesarias para llevar a cabo sus tareas. En el caso específico de México, la situación no es distinta. 73 por ciento de los directivos dicen tener recursos tecnológicos para adaptarse al cambio. Pero casi la mitad invertirá en utilidades colaborativas en el corto plazo.

Al mismo tiempo, parece existir una mayor disposición para resolver el problema. En México, el 50 por ciento de estos líderes señaló que está dispuesto a invertir en varios programas de capacitación. Esto, para darle a los colaboradores las herramientas que necesitarán para los próximos 12 meses, presuntamente incluyendo en el campo de home office. Se trata de una tasa superior al 22 por ciento que se detectó en mercados como los Estados Unidos (EEUU).

¿La falsa promesa del home office?

Dichos descubrimientos son importantes considerando la consolidación que ha tenido el trabajo remoto en el transcurso de los últimos meses. De acuerdo con la Harvard Business School, al menos el 16 por ciento de las compañías permanecerán en home office mucho después de que termine la crisis de la COVID-19. Además, una tercera parte de las marcas creen que, aún si no será el único formato, sí será más común a lo largo de su organización.

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Considerando los resultados de SAP, ¿significa que el home office fue una falsa promesa para la industria? No necesariamente. Se debe de recordar que esta transición al trabajo remoto surgió más de una necesidad que de una voluntad proactiva, lo que significa que muchos negocios no estaban listos. Según el HBR, principalmente los países nórdicos y algunos en Asia, Europa y América del Norte realmente contaban con la infraestructura para la transición.

Aunque falten meses para que se cumpla un año desde que empezó la crisis sanitaria, no es sorprendente que aún haya retos considerables de implementación en el home office. De acuerdo con agentes como Zapier, la transición implica desde un ritmo distinto de trabajo hasta factores psico-sociales y tecnológicos, como el aislamiento y la comunicación. En este sentido, lo crucial es que las empresas siguen interesadas en seguir invirtiendo en la promesa.

Logros del trabajo a distancia

De nuevo, el home office no ha sido perfecto en su implementación. Pero sí ha tenido logros importantes que no deberían pasarse por alto. Por ejemplo, ha puesto mucha atención en los distintos perfiles personales de los colaboradores. Éstos impactan la forma en la que llevan a cabo sus tareas en el entorno profesional. Y, con simples cambios (dentro o fuera de su hogar o en una oficina convencional) se puede llevar a un nivel de productividad aún superior.

También ha permitido a empresas como Google a diseñar esquemas de cuidado de personal más satisfactorios y con mejores resultados. La tecnológica, por ejemplo, decidió extender la cantidad de tiempo libre de la que pueden disfrutar sus empleados. Incluso les ofreció una serie de ventajas para reducir su carga de trabajo cuando estén laborando activamente. Esto, en reconocimiento a las mayores exigencias laborales que suelen surgir con el home office.