Hay varios conceptos que vale la pena conocer antes de comenzar a invertir y comprar (o vender) acciones de empresas. Por ejemplo, como diversificar un portafolio, qué nuevas herramientas tecnológicas pueden complementar la toma de decisiones y qué industrias son prometedoras. Pero también es importante conocer conceptos que podrían ser muy usados en la cultura popular, pero que pocos individuos entienden a fondo. Por ejemplo, las burbujas.
¿Qué es una burbuja en el mercado de acciones?
Si bien se trata de uno de los conceptos más populares del mercado de la inversión, es difícil crear una definición precisa y exacta de qué es una burbuja. En teoría, todos los mercados financieros deberían ser racionales. En la práctica, las emociones de los inversionistas hacia las empresas y sus acciones afecta su toma de decisiones. Esto provoca que, en ocasiones, la valuación de un activo podría no reflejar adecuadamente la realidad de negocio de la marca.
Esto no significa que todas las acciones caras sean parte de una burbuja. Hoy en día, el valor de empresas como Apple, Google, Facebook, Microsoft y Amazon, entre otras del sector tech, están alcanzando máximos históricos. Sin embargo, no parece existir el mismo sentimiento de excesivo optimismo que ha caracterizado a otras burbujas en el pasado. Así pues, el sentimiento de los inversionistas es un factor crucial en este fenómeno.
¿Cómo identificar una burbuja?
Durante eventos como la burbuja Dotcom, se pudo ver una razón legítima para el aumento en el precio de las acciones. En ese entonces, fue un cambio tecnológico, pero podría ser una falta de suministro en el activo que se está apreciando. Conforme los activos aumentan en precio y más inversionistas se quieren sumar a la tendencia, su valor continúa disparándose. Tarde o temprano expertos del sector ven que el precio ya no se justifica con la realidad.
Una burbuja es un fenómeno muy complejo. En plataformas como eToro no solo es posible comprar acciones. También posee herramientas comunitarias que permiten comunicarse y hablar con otros inversionistas en el mercado. Este intercambio de ideas puede ser una ventaja muy útil para detectar probables burbujas en el largo plazo. Pero es crucial recordar que, como en el resto del mercado de inversión, jamás se pueden asegurar los resultados.
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