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El reporte de IBM fue dado a conocer por su unidad de ciberseguridad Security X-Force, a través de su página Security Intelligence
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De las organizaciones afectadas, una se identificó como una institución de la Unión Europea involucrada en la distribución de la vacuna
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Si bien la tecnológica sugiere que la sofisticación sugiere un ataque cibernético respaldado por un estado, no se pudo determinar su origen
Uno de los grandes problemas de la vacuna anti-COVID de Pfizer y BioNTech es que, como se necesita una cadena de ultra-frío para conservarla, su distribución sería muy complicada. Pero de acuerdo con Reuters, hackers estarían tratando de dificultar aún más toda la logística de distribución de esta fórmula. Específicamente, estarían trabajando para sabotear a aquellas compañías que son clave para recolectar, trasladar y almacenar las dosis de una forma segura.
La información parte de un reporte de ciberseguridad de IBM. Según la marca de tecnología, se ha detectado una posible campaña de phishing que busca imposibilitar la distribución de la vacuna de COVID-19 que desarrollaron Pfizer y BioNTech. Los hackers parecen estar atacando específicamente una operación conjunta de UNICEF y Gavi Alliance para distribuir las dosis en las zonas menos desarrolladas. A su parecer, parece estar siendo orquestada por un gobierno.
De acuerdo con IBM, los atacantes se han hecho pasar por un individuo de alto rango en una compañía biomédica china. A través de métodos de phishing dirigidos, se ha intentado ganar acceso a perfiles y cuentas clave en compañías, de al menos seis países, involucradas en la distribución de la vacuna. El objetivo de estos ataques parece ser obtener datos e información sensible de la transportación y almacenamiento. Hay al menos 10 organizaciones afectadas.
Los nuevos retos de la vacuna
Como ya se dijo, el problema de ciberseguridad que describe IBM hace todavía más difícil la distribución de la vacuna de Pfizer. De acuerdo con CNBC, instalar la cadena de ultra-frío de la fórmula de BioNTech no debería ser demasiado complejo en ciertas zonas de Estados Unidos (EEUU). Sin embargo, en países emergentes o en desarrollo, así como las regiones rurales de las naciones más avanzadas, sería mucho más difícil hacer llegar las dosis en buen estado.
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Y si bien los hackers de los que advierte IBM están tratando de imposibilitar la distribución de la vacuna, incluso si se soluciona la parte logística hay otros retos importantes. En información de Foro Económico Mundial (WEF), los refrigeradores necesarios para almacenar la vacuna no están disponibles ni en los mayores centros médicos de EEUU. Y además tienen un costo alto. Algo que podría afectar su disponibilidad, en especial para zonas de menor poder adquisitivo.
Por su lado, ABC News apunta que una vacuna almacenada en condiciones de ultra-frío es algo a lo que muchos profesionales de la salud no están acostumbrados. Si bien no debería haber mucha diferencia entre el manejo de estas dosis y fórmulas más comunes, sí podría ser necesaria una capacitación generalizada del personal médico. Y siendo que probablemente Pfizer tendrá que impartir estas lecciones, podría alentarse todavía más la aplicación masiva.
El tema de la ciberseguridad
Curiosamente, no es la primera vez que se ven hackers durante el desarrollo de la vacuna anti-COVID. En julio, varias agencias de inteligencia en el mundo, incluida la británica, revelaron que hackers rusos estaban robando información y datos a agencias de salud y marcas. Entre las naciones afectadas por esta intervención extranjera se contaban EEUU, Canada y el mismo Reino Unido. En teoría, estos ataques habrían estado enfocados a reforzar su propia fórmula.
En general, parece que la COVID-19 provocó un aumento generalizado en los incidentes con hackers, y no solo alrededor de la vacuna. Esto es particularmente notable en formatos como el home office. Varios expertos han detectado que los hackers están a la caza de empleados que trabajan desde su hogar. La razón es simple: Estos agentes maliciosos están conscientes que la protección no es tan estrictos fuera de la oficina, y por tanto aún más fácil de explotar.