El Servicio Nacional de Salud, -NHS-, por sus siglas en inglés, anunció a sus hospitales prepararse para la aplicación de la vacuna, cuya distribución iniciará el 7 de diciembre.
VACUNAS: LA CARRERA CONTRA EL TIEMPO.
Desde que la Organización Mundial de la Salud catalogara, el 11 de marzo de este año, a la crisis sanitaria por SARS-Cov-2 como pandemia; inició una carrera contra el tiempo de gobiernos y farmacéuticas, por dar con la solución a la crisis que habría cerrado las puertas del mundo.
Y mientras especialistas de la salud y científicos trabajaban sin descanso; muchos estaban recluidos en sus hogares, esperando impacientes, buenas noticias y el fin de una pesadilla que traía a la realidad, los mejores guiones de ciencia ficción Hollywoodenses; mientras otros, inconsolables, lloraban la muerte de sus seres queridos, sin siquiera haberles podido decir adiós.
Ha habido, sin duda, un gran avance desde entonces. En tiempo récord se han desarrollado 3 vacunas: La primera, con 95% de eficacia, corresponde a la manufacturada por la estadounidense Pfizer en colaboración con la alemana BioNTec; la segunda con 94,5% de efectividad, desarrollada por el laboratorio estadounidense Moderna y la tercera, con 90% de efectividad ,conocida como Sputnik V, desarrollada por Rusia.
Hace días se dio a conocer la eficacia de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTec; el Reino Unido ha pedido 40 millones de dosis de esta vacuna; la Unión Europea y Los Estados Unidos en conjunto, han emitido una orden de cientos de millones de dosis. Sin embargo, ambas compañías han asegurado que únicamente se podrían comprometer con la producción de 50 millones de dosis para este 2020 y 1300 millones de dosis para 2021. El reto aún es enorme, considerando que la población mundial supera los 7 mil millones de habitantes y las implicaciones de una distribución eficiente, tomando en cuenta el almacenamiento de la vacuna a temperaturas menores a los – 70C. El ejercicio ya se ha realizado con anterioridad, tal es el caso de la vacuna contra el virus del Ébola. La vacunación masiva en contra de este virus, se pudo realizar, a pesar del reto que supone mantener la cadena en frío del producto, cuando se requiere realizar una campaña de vacunación de esta magnitud.
¿QUE SIGNIFICA 95% DE EFECTIVIDAD Y POR QUÉ PODRÍA TRATARSE DE BUENAS NOTICIAS?
Pfizer y BioNTec, incluso Moderna, utilizan una tecnología conocida cómo ARNm (elmensajero del Ácido Ribonucléico). El ARNm es una versión del ácido ribonucléicoque sale del núcleo de la célula y se mueve a la región comprendida entre la membrana plasmática y el núcleo, región que se conoce como citoplasma; el cual es el responsable de la producción de proteínas en las células.
Con el ARNm, los seres humanos somos capaces de producir cualquier proteína, incluso las proteínas de bacterias o virus. Así, el cuerpo humano, aprende a reconocer las proteínas de agentes patógenos, desarrollando una respuesta inmune, es decir, el ARNm le da instrucciones al sistema, para crear las proteínas del agente patógeno y una vez el sistema las identifica como tal, crea la respuesta inmune necesaria para proteger al individuo, evitando así los efectos dañinos que podría ocasionar la inyección de parte del virus activo o del virus debilitado, como se ha realizado anteriormente con otro tipo de vacunas.
Esta, sin duda, es una tecnología revolucionaria que está reestructurando el futuro de la lucha contra enfermedades infecciosas en el mundo. Al no contener un virus como tal, si no únicamente contener una copia del ARN, este tipo de vacuna no representa riesgo de que el paciente desarrolle efectos secundarios; un riesgo que siempre ha estado latente con vacunas anteriores a las desarrolladas con la tecnología del ARNm.
También hay que considerar que producir este tipo de vacunas es mucho más sencilloque el proceso inherente a las vacunas tradicionales. Por ejemplo, en el caso del virus de la influenza, este tiene que ser incubado durante varios días en huevos de gallina fertilizados; para permitirle al virus que se reproduzca. El proceso sin duda es complicado, mientras que en el caso de la tecnología ARNm, por el contrario, es más rápido y eficiente.
La efectividad es una de las variables más importantes al momento de decidir la autorización de una vacuna. De acuerdo al Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Estados Unidos, esta variable, corresponde a cuán eficiente es una vacuna en prevenir la infección en un individuo sano, la variable se calcula de la siguiente manera:
VE (%) = (RU – RV)/RU × 100
Donde , “VE (%)” se refiere al porcentaje de eficiencia de la vacuna por sus siglas en inglés; “RU” corresponde a la velocidad de infección de voluntarios no vacunados , es decir , a quienes les fue aplicado un placebo y “RV” es la velocidad de infección de individuos vacunados.
El que existan ya 3 vacunas desarrolladas con más del 90% de eficiencia son grandes noticias para el mundo. Esto significa que, en individuos vacunados, existe un 90% de probabilidad de que estos no desarrollen la enfermedad. Además, en el caso de la vacuna de Pfizer/BioNTec y de Moderna, se conoce que al utilizar la tecnología ARNm, no habría posibilidad de desarrollar efectos secundarios.
LA VELOCIDAD DE DECESOS DISMINUYE A PESAR DEL DISPARO DE CONTAGIOS EN EL MUNDO.
Las cifras registradas en las últimas semanas de casos y muertes del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) muestran que, aún cuando los casos registrados de covid-19 están aumentando en Europa, los decesos no lo hacen a la misma velocidad.
Investigaciones muestran que, a finales de junio, la tasa de letalidad estaba cerca del 3% en el Reino Unido. En agosto, había caído hasta un 0,5%.
A 11 meses de que la OMS calificara de pandemia a la crisis sanitaria por SARS-Cov-2, ya se conocen varios factores determinantes en el tratamiento de un paciente de COVID-19. Hoy ya se han desarrollado protocolos que muestran un 98% de efectividad, tal es el caso del protocolo “Math +” desarrollado por un equipo de especialistas liderados por el Dr. Joseph Varón, presidente del Consejo Directivo del United General Hospital de Houston, Texas.
El efecto de inflamación generalizada que produce el SARS-Cov-2 y la formación de coágulos derivados de la enfermedad Covid 19, ha repercutido en la modificación de protocolos de tratamiento, donde los antiinflamatorios y anticoagulantes han sido los protagonistas y responsables de la recuperación de un gran porcentaje de pacientes críticos.
A medida que pasa el tiempo, los especialistas conocen más sobre el virus, tales el caso de los efectos neurológicos en algunos pacientes y de las incidencias de aparente demencia senil en individuos con ciertas características. El conocimiento, sin duda, ha permitido a los científicos modificar los protocolos y disminuir la tasa de mortalidad por covid 19, e incluso dotarnos de mayores herramientas en la lucha contra el SARS-Cov-2.
UNA NUEVA ESPERANZA.
La medicina ha avanzado quizá a la par de la tecnología; el desarrollo científico ha hecho posible también algo sin precendentes: el desarrollo de una vacuna 95% efectiva en menos de un año.
Sin duda el reto de producción, logística y distribución para una campaña de vacunación masiva, es de dimensiones considerables, sin embargo, probablemente sea tangible a finales de 2021.
Aún cuando el horizonte que se vislumbra es prometedor, mientras esa realidad nos alcanza, y regresamos a una incipiente normalidad, nuestra mayor herramienta para combatir a este flagelo que en 2020 detuvo al mundo, seguirá siendo el cubrebocas, el lavado constante de manos y la sana distancia.