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9 de cada 10 trabajadores preferiría recibir algo en vez de la fiesta tradicional de año nuevo.
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8 de ellos esperarían que fuera un reconocimiento económico por parte de la empresa en la que laboran.
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La firma tiene una cartera de 16 mil clientes, con un crecimiento de unos 3 mil clientes de este año.
Este año atípico una de las principales preocupaciones de los empleados son los gastos, más que las celebraciones, pero también reunirse es importante, ya que las festividades han tomado un nuevo sentido en torno a las pérdidas que se han registrado por la contingencia. La familia y seres queridos son más valorados que nunca y la Navidad y Año Nuevo llegan ad hoc con eso.
Sin embargo, si ponen a escoger entre fiesta de Fin de Año y regalos, los empleados han decidido ya. Ante la contingencia sanitaria será muy difícil celebrar como tradicionalmente se hace, por lo que hay alternativas para reconocer a los trabajadores.
De acuerdo con una encuesta de Up Sí Vale, 9 de cada 10 trabajadores preferiría recibir algo en vez de la fiesta, y 8 de ellos esperarían que fuera un reconocimiento económico.
En la encuesta, aplicada a unos 8 mil trabajadores, la compañía destacó que el destino del regalo de fin de año podría ser usarlo para comprar regalos como para la compra de artículos de primera necesidad, con 40 por ciento cada uno, y un 20 por ciento para la cena de las fiestas decembrinas.
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Este año el desempleo ha golpeado al país. Entre marzo y julio pasado se registraron en el país 1 millón 117 mil 584 despidos, de los cuales 873,941 (el 78.2 por ciento) correspondió a empleos remunerados con no más de dos salarios mínimos, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, nueva edición (ENOEN), la población ocupada registró un incremento de 5.9 millones en el tercer trimestre, respecto al trimestre previo, para ubicarse en 51 millones, pero aún así es un número muy bajo y poco alentador.
Pero no solo eso, sino que también hay una mayor precarización de las condiciones laborales, ante una mayor informalidad y erosión de las remuneraciones en el empleo. Y a la par se encarecen los productos, por lo que lo más importante para los empleados es mantener estabilidad en su economía, no festejar con cervezas y comida un año que para muchos no ha dejado beneficios reales a su economía, carrera y familia.