La noticia del fallecimiento de Maradona nos sorprendió a todos que vimos incrédulos las pantallas de televisores y celulares al leer los primeros detalles del suceso que enlutó al mundo del futbol.

¡Oh, Rey Pelé!, la otra gran figura del balompié mundial, con tristeza dijo. “Muy pronto jugaremos juntos en el cielo.”

En Argentina las calles se llenaron de hinchas y el Presidente Alberto Fernández, hincha del Club Argentinos Juniors, apuraba sus condolencias y ponía a disposición del pueblo, la Casa Rosada, sede del gobierno, para llorar al ídolo.

Las autoridades locales se movieron en una franja del campo de juego, entre la sincera condolencia y el oportunismo político, llenando de elogiosas frases a la esfera pública. Lo cierto es que el gran Diego creó escuela y es ahí donde debe ser juzgado.

La relación de Diego con el oficialismo no era nueva. Desde su afecto a Fidel Castro, con quien departió por meses en Cuba, hasta su asociación con la Cámpora, que pintaba varios murales con su nombre en la cava de Fiorito, Maradona sabía que su marca era utilizada para buscar votos. La propia Cristina Kirchner lanzó un programa denominado Fútbol para Todos que tenía el reflector del ídolo nacido en Lanús.

Maradona tuvo una duradera complicidad con la buena fortuna desde su debut el 20 de octubre de 1976 hasta su retiro como jugador activo en 1997. Fueron 21 años de derrochar en Argentina, España e Italia, estilo, creatividad y liderazgo que le llevó a ser un hombre marca que ahora con su muerte proyectará su leyenda por siempre.

La mejor forma de juego de Maradona no fue en Barcelona, ni en el Boca Juniors, la ciudad que vio en plena forma de juego al 10 argentino, fue Napoli, el equipo italiano, azul y blanco, que llegó al campeonato de la mano del astro que se echó al hombro al equipo como el gran hombre orquesta que era.

Ya en su retiro Maradona empezó un programa de televisión denominado, “La noche del 10”, en los que entrevistaba a luminarias políticas y deportivas como Pelé, Messi y el mismo Fidel Castro quién le ofreció su red hospitalaria para su recuperación.

Muchos de sus compañeros de la selección albiceleste, entre los que está Jorge Valdano, expresaron profundas frases como esta: ¨No me pregunten que fue de la vida de Diego, pregúntenme que hizo él de mi vida¨.

Personalmente considero que nadie puede juzgar la vida de otros sin antes mirar nuestros propios errores… Maradona realizó su última gambeta y con eso sabremos recordarlo.

Nos encontraremos más adelante.