De acuerdo con la firma SmarterHQ, el 80 por ciento de los clientes tienen más probabilidades de comprar un producto o servicio de una marca que brinda experiencias personalizadas. De ahí que el contenido y todo apunte a ser personalizado, aunque es una tarea muy complicada ante los datos necesarios.
Para hacer que algo sea personalizado, es necesario tener datos muy específicos de los consumidores, algo que previamente no les importaba proporcionar porque no conocían realmente el impacto que tenían, hasta que hubo un caso parteaguas que les mostró todo lo que había detrás: Cambridge Analytica y Facebook.
Luego de ese caso, los usuarios digitales notaron que pueden pasar muchas cosas con sus datos y es por ello que la privacidad se ha convertido en un plus que quieren tener. Tanto que el 20 por ciento de los consumidores globales informó que ha abandonado o reducido el uso de una marca en sus prácticas de datos, de acuerdo con los hallazgos de una nueva encuesta que The Conference Board realizó en asociación con Nielsen.
Y no solo eso, sino que aproximadamente una quinta parte, el 19 por ciento de los consumidores, se ha cambiado a un competidor que se adhiere a lo que perciben como mejores políticas de datos, según el informe “Actitudes de los consumidores sobre las prácticas de datos”.
Esta cifra se agrava y se vuelve aún más reveladora para los estrategas al considerar que a nivel mundial, el 44 por ciento de los encuestados dijo que renunciaría al contenido personalizado, incluidos mensajes de marca, ofertas y experiencias, si eso significa no tener que compartir su información personal.
Es decir, prefieren conservar su privacidad que obtener una experiencia personalizada y mucho más cercana con lo que les gusta. Desde Gartner revelan que la mitad de la población mundial tendrá sus datos personales cubiertos por la regulación de privacidad para el año 2022. Se han vuelto un punto de inflexión muy importante en la actualidad.
Y cómo culpar a los consumidores, si el mismo Mark Zuckerberg apareció en un video con su laptop al lado, tapada en micrófono y cámara con cinta adhesiva, dando una pista de que un mundo nos vigila. Incluso su empresa Facebook ha sido demandada por una usuaria de Instagram porque la aplicación de fotos permitía el uso de la cámara de los iPhone sin permiso.
En tanto, otras grandes compañías como Apple, planea requerir el consentimiento de aceptación para anunciantes, un código generado aleatoriamente que la compañía asigna a los dispositivos que ayuda a las marcas a rastrear las actividades en línea de los consumidores para mejorar la orientación de los anuncios. La política ha resultado controvertida en la industria.
El tema es complejo pero lo cierto es que la cifra que hay que recordar es la que renunciaría al contenido personalizado para proteger sus datos, ya que los propios usuarios están mandando un mensaje que los anunciantes no deberían ignorar.
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