Han pasado ya casi nueve meses de que se declaró la pandemia a nivel mundial, anuncio que llegó con medidas obligadas como el uso de cubrebocas para frenar la velocidad de contagio. Lo cierto es que a pesar del tiempo, muchas personas parecen no entender la gravedad de la situación e salud y la importancia de seguir estos protocolos, lo que ha puesto en un predicamento a firmas como Walmart.

Esta reconocida cadena de tiendas de autoservicio, se ha convertido en el escenario de cientos de enfrentamientos entre empleados y clientes, en donde la disputa ha estado sujeta al uso de mascarilla.

Entre empujones y polícias

La exigencia de las empresas y autoridades de salud para que los empleados hagan cumplir estos protocolos han comenzado ha tener nuevas consecuencias.

En semanas pasadas, un suceso que tuvo lugar en un Walmart de Tijuana, en donde un empleado de la tienda ubicada en Las Playas y una clienta protagonizaron un enfrentamiento en el que la irresponsabilidad de la mujer y el poco tacto del colaborador de la cadena fueron los protagonistas.

En días pasados, circuló un video en redes sociales en donde se muestra como una mujer intenta ingresar a una tienda Walmart por el acceso que se ha destinado únicamente para la salida.

El empleado que se encontraba vigilando que el sentido de este acceso se cumpliera parece haber perdido los estribos al enfrentar a la mujer que insistía en ingresar al establecimiento por dicha entrada. Así se ve como la empuja para alejarla de la salida.

A esto la clienta reacciona de manera agresiva para enfermar al hombre y finalmente ingresar al establecimiento simplemente para encarar al empleado de Walmart. 

El material generó toda clase de opiniones y comentarios encontrados, en donde mientras algunos usuarios reprocharon la actitud del empleado de Walmart, otros tantos lo justificaron ante la necedad y poca responsabilidad de la mujer.

Este tipo de situaciones parecen cada vez más constantes y es posible que las tiendas deban tomar nuevas medidas en donde la ley podría ser la solución.

Empleados no quieren más problemas

En dias recientes, una mujer fue arrestada en un establecimiento de Walmart, ubicado en Oregon, luego de que se negara a utilizar cubrebocas mientras realizaba sus compras.

El momento fue captado en video y ganó relevancia en redes sociales a las pocas horas de haber sido compartido en estos canales de difusión.

A decir de los reportes locales, se argumenta que la mujer ingresó a la tienda utilizando cubrebocas; no obstante, al poco tiempo, supuestamente comenzó a tener problemas para respirar a causa de una condición médica, con lo que decidió quitare la mascarilla.

Uno de los empleados de la tienda la descubrió paseando por los pasillos sin el producto de protección y le indicó que tendría que ponerse el cubrebocas o salir de manea inmediata del establecimiento.

La mujer se negó argumentando sus supuestos problemas médicos y, con el fin de no entrar en una confrontación mayor, los empleados de Walmart llamaron al Departamento de Policía de Eagle Point era que se hiciera cargo del caso.

Al llegar los policías pidieron a la mujer seguir las medias y ante una negativa que, aparentemente, llegó acompañada de una agresión, los oficiales arrestaron a la mujer quien cuestionó “¿me estás diciendo que estoy siendo arrestada por no usar cubrebocas?”.

¿Medida necesaria?

Con ese tipo de acontecimientos, es evidente la incongruencia que ahora mismo caracteriza al consumidor, mismo que aunque se dice cada vez más preocupado por temas relacionados con su salud y la enfermedad que ha puesto en jaque a la mayoría del mercado, no sigue las medidas sanitarias al pie de la letra en algo tan simple como el uso de cubrebocas.

Las conclusiones de un estudio reciente firmado por Psyma dejan en claro este fenómeno. Y es que aunque el 41 por ciento de los consumidores cree que el sistema de salud colapsará, el 30 por ciento aún no adopta las medidas recomendadas.

Adicional aunque 3 de cada 4 consumidores dice que el paso del COVID-19 le dejará algún cambio permanente dentro de su vida, el 36 por ciento argumenta que comprará de manera normal al pasar la contingencia.

Lo que ahora queda en duda es si la medida de prestar a la mujer es necesaria y aunque podría no haber un consenso alrededor del cuestionamiento, lo único que queda claro es que los empleados de empresas como Walmart parecen no poder controlar una situación vital para mantener a flote el negocio de miles de compañías.