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Los mediadores también son seres humanos, así que también cometen errores.
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Recuerda que estás buscando una solución, no hacer el problema más grave todavía.
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En cualquier tipo de discusión, sentiremos el impulso de meter nuestro punto de vista.
Existen conflictos en cualquier aspecto de nuestra vida y el trabajo no es ninguna excepción. Al contrario, podría ser de hecho el lugar donde más conflictos ocurren. Hablamos de un sitio donde muchas personas diferentes, con puntos de vista particulares, tienen que convivir día a día por un bien común, aunque no se lleven bien entre sí. No faltarán quienes tengan que trabajar de la mano de personas que no les agradan. Tarde o temprano terminarán chocando, llevando lo personal a lo profesional y generando problemas para la empresa. Superar estos momentos es un gran reto tanto para los jefes como para las áreas de recursos humanos, quienes tienen que convertirse en mediadores y así llevar los conflictos laborales a un buen término.
Existe una gran diversidad de razones por las que dos personas pueden comenzar a discutir, pero si lo hacen dentro de sus horas laborales, afectará la producción. Estas discusiones son graves, puesto que no se trata de algo momentáneo de lo que al final ambas partes puedan separarse, yéndose molestas, pero cada quien por su lado. Muchos trabajos, por sus características, se tienen que convertir en una especie de comunidad, donde si bien no todos los elementos tienen que ser mejores amigos, es justo que sepan apoyarse y tengan paciencia suficiente para lidiar con distintas personalidades, sobre todo si se trata de elementos que afectan directamente su área particular. Una clave en la solución de cualquier conflicto es alguien externo que tenga habilidad para resolverlo y aquí te decimos cómo serlo.
No tomes bandos
Primero que nada, aunque haya algún trabajador que te caiga mejor o coincidas con alguno, no tomes ningún bando. Recuerda que estás buscando una solución, no hacer el problema más grave todavía. Todas las partes deben ser escuchadas.
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Sé respetuoso
Si bien alguien puede ser más irracional, mientras que otros pueden tener más razón dentro del asunto, un mediador siempre debe procurar no humillar a nadie. Es bueno escuchar cada punto en privado y tratar de enfocarte en los hechos.
No asumas
Los mediadores también son seres humanos, así que también cometen errores. Uno de ellos sería que asumas ciertos aspectos de la conversación, puesto que a pesar de que intentes entender todo, esto será siempre parcial.
La solución de otros
Aunque suene raro, no está en tus manos llegar con la llave mágica que arregle todo, sino permitir que los involucrados lleguen a una por sus propios medios. De nada sirve que impongas, sino que se debe permitir la conversación, las preguntas y el entendimiento para una verdadera resolución efectiva, que de lo contrario sólo sería temporal.
Aprende a escuchar
Escuchar es más difícil de lo que crees. En cualquier tipo de discusión, sentiremos el impulso de meter nuestro punto de vista, pues éste se terminará formando en nuestra cabeza. Deja fuera tu opinión personal y permite que se expongan los distintos puntos de vista.