Para nadie es un secreto que el fast food es una de las categorías más golpeadas por la crisis que dejó la pandemia. Burger King lo sabe y ahora, ante un nuevo brote, se nota especialmente preocupado.
Los cierres obligados que se vivieron a principios de este año así como un proceso de desconfinamiento y reapertura que fue especialmente lento, ha llevado a las marcas de este segmento no sólo a reeplantear sus planes de negocio, sino ha mostrar cierta preocupación por lo que está por venir ante nuevos cierres, por ejemplo, en la región europea.
Fast Food con cierres
Algunas cifras sobre lo que sucedió en el mercado mexicano dejan en claro el problema. En lo que respecta a los restaurantes, un estudio reciente firmado por Fintonic reveló que, a partir del primer caso de coronavirus en México, los consumidores redujeron su gasto en restaurantes en un 30.03 por ciento.
Con esto, los cierres y despidos fueron la constante para el sector. Así, vale la pena recordar una encuesta realizada por DataPlor, la cual encontró que el 35.9 por ciento de los restaurantes en el país dijo haber reducido su plantilla laboral para subsistir durante la contingencia sanitaria, en un escenario en el que reportan bajas de ventas de entre 85 y 90 por ciento.
Este escenario se repite, aunque a diferentes escalas, en discos mercados del mundo, lo que de manera natural se ha traducido en una necesaria reinvención de los modelos de negocio y estructuras de operación de muchos restaurantes en donde la reducción de puntos de venta parece ser la constante. Algunos ejemplos ponen sobre la mesa la tendencia.
A principios de julio, Dunkin’ anunció que cerraría permanentemente unos 450 locales por todo Estados Unidos antes de que concluya el año, esto con parte de su reestructura.
Lo cierto es que hace apenas algunas semanas, la firma reveló sus planes de cerrar aproximadamente 800 ubicaciones en el mercado estadounidense, casi el doble del anunciado hace unas semanas.
A esta tendencia se sumó McDonald’s firma que según un reporte entregado por USA Today, ha dado a conocer que cerrará 200 restaurantes de manera permanente en Estados Unidos, uno de sus principales mercados en donde hasta ahora contaba con 14 mil puntos de venta.
De la misma manera, Pizza Hut confirmó que cerraría de manera definitiva cerca de 300 ubicaciones como parte de un acuerdo con la cadena Yum Brands y NPC International.
Burger King preocupado
El escenario es complejo y ante una economía mundial que estará especialmente golpeada, Burger King ha hecho un llamado desesperado: pide a sus consumidores que compren a la competencia.
Desde sus redes sociales, la marca ha emitido un comunicado con un título que, sin duda, nadie puede ignorar: “Pide en McDonald’s”.
Luego de este contunde titular, la marca explica sus razones aclarando “nunca pensamos que les estaríamos pidiendo esto. Al igual que nunca pensamos que estaríamos alentando a pedir en KFC, Subway, Domino’s Pizza, Pizza Hut, Five Guys, Greggs, Taco Bell, Papa John’s, Leon… o cualquier otro negocio de comida independiente, demasiado numerosos como para mencionarlos aquí”; no obstante, la marca reconoce que estamos frente a un reto económico sin precedentes.
“Pero los restaurantes que contratan a miles de empleados necesitan de tu apoyo en este momento”, continúa el escrito.
El llamado que busca no mejorar el negocio de la firma sino mantener la estabilidad de la categoría completa, es contundente en su cierre: “Siempre será mejor tener un Whopper, pero ordenar un Big Mac tampoco es una mala idea”.
El peculiar escrito fue compartido desde la cuenta oficial de Burger King para Reino Unido y ha encontrado replica para otros mercados como el francés que ahora mismo pasan por un según confinamiento obligado ante una nueva ola de contagios.
We know, we never thought we’d be saying this either. pic.twitter.com/cVRMSLSDq6
— Burger King (@BurgerKingUK) November 2, 2020