En medio de las exigencias por parte del gobierno federal y las autoridades de salud en el país por tener un etiquetado más claro, los estudios realizados por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) han tomado una mayor relevancia en los últimos meses.
EL movimiento más relevante al respecto tuvo que ver con la prohibición para comercialización de algunas marcas de yogurt y queso emitida la tarde noche de este martes por la Secretaría de Economía, medida que se basó en los análisis realizados previamente por la dependencia al cuidado de los derechos del consumidor.
Jamón con poca carne y mal etiquetado
La decisión tomada por las autoridades llevará a algunos productos de marcas como Fud, Lala, Philadelphia y Swan, por ejemplo, ha quedar fuera de circulación cuando menos, hasta que se ajuste su etiquetado, el cual a decir del dictamen emitido tanto por la Secretaría de Economía y la Profeco, “engaña al consumidor” al no ser claro en la composición del producto o bien prometer beneficios que son inexistentes.
En esta línea destaca un listado reciente publicado por la Profeco, en el que se indican algunas imprecisiones por parte de algunas marcas de jamón, mismas que además de, en algunos casos, entregar menos producto al consumidor o bien errar en la información de la composición del mismo, están mal etiquetados.
Así, mediante la Revista del Consumidor, la Profeco indicó, por ejemplo, que el jamón Virginia de pavo de la marca Lala Plenia no indica en el etiquetado el porcentaje de proteína de soya adicionada que contiene, mientras que los productos de jamón de pavo y cerdo de la marca Sparta Cocida no deberían utilizar la denominación “jamón” ya que contienen pollo en su composición, mismo que no está declarado no debería usar la denominación jamón ya que contiene pollo no declarado en los ingredientes.
Adicional, el jamón de pierna Parma Campestre, no cumple con la norma vigente al ostentarse como “fino” pero en realidad contiene fécula, adicional, el jamón Virginia de pavo de la marca Cuadritos no cumple con el porcentaje de proteína libre de grasa; sin embargo se clasifica como “preferente”.
En la misma líena, el jamón Virginia de pavo de Parma Sabori no cumple con el 25 por ciento de reducción de sodio para ostentarse como “reducido en sodio”, mientras que el jamón Real Pierna de San Rafael contiene almidón el cual no está integrado dentro de sus ingredientes.
¿Los próximos en prohibirse?
De esta manera, y luego de ser evaluadas, las siguientes marcas presentaron anomalías en la oferta final que entregan al consumidor:
- Sparta Cocido: en su empaque se vende como jamón de pavo y cerdo; sin embargo, el producto sólo contiene pollo.
- Duby: no cumple con la totalidad de la carne utilizada para el muslo de pavo y tiene 4.6 por ciento menos producto.
- San Rafael: En su fórmula se registra la existencia de almidón, lo cual no está especificado en sus ingredientes.
- Cuadritos jamón Virginia: No cumple con el porcentaje de protenína libre de grasa
- Parma Sabori: No cumple con el 25 por ciento de reducción de sodio para ser considerado como un producto reducido en sodio
- Bafar: Entrega al consumidor 4.7 por ciento menos producto
Luego de lo sucedido esta semana con las marcas de quesos y yogurt, lo que está por verse es si estás marcas serán sancionadas de la misma manera que sucedió con firmas como Lala, Philadelphia y Danone.
El principio sería el mismo, lo que estaría por verse es si las marcas de jamón mencionadas acataron y ajustaron sus productos para estar en línea con la ley.