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El verse reconocidos les hará sentir que se les valora personal y profesionalmente.
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Las buenas ideas son parte de una mente activa y creativa.
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Al medir los resultados y obtener algún premio por los mejores, se crea una cultura participativa.
Los estímulos económicos pueden ayudar a muchas empresas en tiempos difíciles. Algunos programas de gobierno suelen ayudar en este sentido, sobre todo tras la propagación del COVID-19, que afectó tanto la economía de muchos países, puso en peligro a varias empresas e hizo desaparecer a otras. Sin embargo, proporcionar un estímulo de este tipo a los trabajadores genera ciertos cambios importantes que podrían servir a la producción. Aunque es cierto que cada quien debe perseguir su pasión y dedicarse a algo que disfrute, el dinero es un aspecto importante y necesario para sobrevivir en la sociedad.
Aunque no es algo tan común, muchas empresas dan algunos incentivos monetarios con el fin de promover ciertas acciones en sus empleados y empujarlos más allá. Este tipo de motivaciones tienen un impacto en la psicología de los trabajadores y a veces logran hacer que se alcancen metas difíciles. Esta situación puede darse en una especie de ciclo que retribuya a ambas partes. Entre más y mejor producción hay más ganancias y de esta forma se pueden ofrecer más estímulos de este tipo. Los siguientes son algunos de los beneficios que incluso van más allá de lo monetario.
Motivación personal
La principal razón de este tipo de estímulos es darle al empleado razones claras para alcanzar un objetivo. Esta puede ser una gran motivación para los trabajadores, quienes verán ahí una oportunidad de esforzarse mucho más, lo cual no sentirán tanto como una obligación, ya que traerá una recompensa. El verse reconocidos les hará sentir que se les valora personal y profesionalmente.
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Motiva valores de la empresa
Cuando se está en una rutina de trabajo, es común olvidarse de por qué y para qué hacemos las cosas. Más allá del dinero, poner objetivos con una recompensa, afianza ciertos valores de cada empresa. Los objetivos se cumplen día con día, sin embargo, no siempre somos totalmente conscientes de ellos. Al tener el enfoque en actividades específicas, se puede tener un panorama práctico de hacia dónde se dirige el proyecto en el que participamos.
Reconocer las buenas ideas
Generar nuevas ideas es bueno para todas las empresas. No existe mejor manera de hacerlo que reconociéndolo tal cual. Las buenas ideas son parte de una mente activa y creativa que logra encontrar soluciones nuevas a problemas ya conocidos. En un entorno donde hay un estímulo claro, se logra poner a trabajar las diversas mentes para sacarles todo su potencial.
Genera procesos efectivos
A veces los procesos se encuentran sobre la marcha. El empuje que puede dar un estímulo económico puede ser grande. Es una forma de avanzar y para hacerlo se deben ver otro métodos y otras formas de trabajo, experimentando y encontrando más y mejores maneras de hacer las cosas, para conseguir la meta.
Ejemplo y participación
Al medir los resultados y obtener algún premio por los mejores, se crea una cultura participativa, donde algunos trabajadores se pueden convertir en ejemplo de otros. Querer alcanzar ciertas metas, consigue empleados más capaces que se pueden apoyar, además de aprender entre sí de todas sus necesidades y esfuerzos.