EL home office se ha vuelto la norma y aunque pronto regresaran las laborales a oficinas y demás centros de trabajo, lo cierto es que hablamos de un modelo laboral que, una vez probada su efectividad en muchos sentidos, podría quedarse como la constante dentro del mercado.
En principio es justo reconocer que, de acuerdo con Statista hasta el año pasado, en México apenas un 39 por ciento de empleados trabajaba de forma remota o haciendo home office.
La tendencia cambia
Sobre la misma línea se mueven los datos entregados por un estudio firmado por Villavicencio Ayub reveló que solo 2 de cada 10 empresas habrían adoptado esta modalidad.
Lo cierto es que con las exigencias del mercado, estos números han cambiado. Ahora no sólo las empresas han encontrado las ventajas alrededor de este formato de empleo, los propios trabajadores parecen estar, cuando menos en promedio, interesados en esta forma de trabajo.
Así lo indica un nuevo reporte entregado por LinkedIn, el cual indica que a nivel mundial las búsquedas de trabajo que involucran trabajo remoto han aumentado en 60 por ciento a nivel mundial desde marzo.
En el caso particular del mercado mexicano, se preve que las vistas a ofertas laborales que promueven el home office son 3.72 veces más altas ahora, en comparación con marzo, y las solicitudes para estos puestos han aumentado en 287 por ciento.
El movimiento de las empresas, se ha orientado a la misma línea. De acuerdo con los hallazgos de la red profesional, las vacantes que ofrecen empleo no presencial son 2.89 veces más altas, lo que representa un aumento del 189 por ciento desde marzo.
Mexicanos gastan más
Aunque es cierto que los trabajadores están buscado empleos que promuevan esta modalidad, la realidad es que la intención podría estar impulsada por algo más que la comodidad. Se trata de una situación mucho más relacionad a la seguridad en términos de salud, lo que repercute de manera directa en sus bolsillos.
Y es que contrario al grueso de las voces que aseguran que el home office representa un ahorro para los trabajadores, lo cierto es que cuando menos en el mercado mexicano, los empleados aseguran que trabajar desde casa supuso un 35 por ciento de incremento en sus gastos.
A decir del Termómetro Laboral de OCC Mundial, este fenómeno en la economía de los trabajadores “se debe al incremento de consumo en productos o servicios básicos como agua, gas, electricidad, despensa, así como gastos relacionados con el empleo: internet, mobiliario, herramientas especializadas, entre otros”. Así se estima que para tres de cada 10 trabajadores en el país, el home office ha repercutido en sus bolsillos.
Las empresas se lavan las manos
La merma no es menor si consideramos que, a causa de la pandemia, muchas empresas redujeron sus salarios y prestaciones.
Más interesante es reconocer que pocas empresas son conscientes de los gastos relacionados al home office que los empleados están absorbiendo.
A decir de una encuesta firmada por Willis Towers Watson aunque el 57 por ciento de las compañías implementó el home office, sólo 9 por ciento apoya financieramente a los empleados que laboran desde casa con algún tipo de subsidio.
Atender estos aspectos será vital tanto para las empresas que brincarán de manera definitiva a este modelo de trabajo, como para aquellas que lo implementan de manera temporal.
Lo que está en juego es la productividad de los equipos y el alcance de resultados para la empresa, dos aspectos que hoy por hoy son vitales para acoplarse a la nueva normalidad que esta pegando más duro de lo que todo el mundo imaginaba.