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Los servicios de apps de transporte privado se han consolidado en el mundo, con todo tipo de polémicas por la gestión de sus conductores.
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Hoy en día se han implementado cada vez más nuevos protocolos para contener la pandemia de COVID-19.
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Uber y otras tantas aplicaciones que ofrecen servicios se han tenido que adaptar a la pandemia de COVID-19 con todo tipo de protocolos y oportunidades.
Las apps de servicio de entrega de comida vieron un incremento en la demanda de sus servicios, pero esto trajo consigo una serie de retos en la higiene de los repartidores.
Otras plataformas como Uber tuvieron que acondicionar toda una serie de medidas, como la desinfección de automóviles para garantizar la salud de los pasajeros, asó como la higiene durante sus trayectos y ante este tipo de acciones hemos podido atestiguar diversos protocolos, que se han convertido en un referente dentro de este mercado.
Como es de esperar, toda esta serie de cambios se han patentado en desafíos muy importantes y no solo eso, en pautas en las que han tenido que invertir fuertemente las marcas, para poder seguir siendo relevantes ante el consumidor.
El caso de Uber, haciendo uso de la tecnología para detonar todos estos cambios, es parte del trabajo que están haciendo las marcas y que se refleja en la construcción de prácticas cada vez más innovadoras.
Dicho esto, un elemento que no podemos perder de vista es el que nos recuerda el rol que deben de jugar las marcas para poder generar estrategias de consumo cada vez más valiosas y trascendentes.
Selfie para poder usar un Uber
Uber ha ampliado su política de selfies que impuso a conductores de su servicio, para que ahora los usuarios de la app también cumplan con este protocolo y se garantice su uso a bordo de los autos de esta plataforma.
La compañía ha anunciado que su nueva política comenzará en Estados Unidos, pero en el transcurso de septiembre se extenderá a países de América Latina.
Si bien desde mayo pidió que los usuarios hicieran uso del cubrebocas, ahora los conductores podrán denunciar que estos usuarios no hicieron uso del accesorio a bordo del automóvil.
Cuando lo anterior ocurra, la denuncia obligará a Uber a exigir que el usuario se identifique con una selfie en la que tendrá que comprobarse el uso del cubrebocas y de esta forma poder pedir el servicio.
Este tipo de medidas se han convertido en importantes apuestas con las que que se busca contener el contagio de COVID-19, pero también se busca mantener la operación de todas las aplicaciones se que han mantenido en servicio.
Ante esta serie de desafíos, vemos también una serie de pautas muy importantes y no son otras que la importancia que tiene el que usuarios y consumidores se alineen a las políticas y medidas que impulsan las marcas, para limitar el contagio de COVID-19.
Cifras reportadas por Uber aseguran que a la fecha se han realizado más de 100 millones de verificaciones de uso de cubrebocas entre los más de 3.5 millones de conductores y repartidores afiliados a la plataforma.
Consumidores no creen en el cubrebocas
En redes sociales hemos visto todo tipo de contenidos, de consumidores que son escépticos del uso de cubrebocas, por lo que evidentemente se han viralizado esta conducta, debido a la reacción violenta que estos asumen cuando les piden cumplir con dichos controles.
Las cadenas de supermercados son las que más han padecido esta conducta, que sin lugar a dudas pone en riesgo la integridad de los colaboradores de estas plataformas.
Ante esta situación, un elemento que no podemos perder de vista es el que nos recuerda lo importante que se vuelve comprender la necesidad de impulsar una cultura antiCOVID-19, por lo que ahí debe de estar enfocado el esfuerzo de las marcas.