• Dentro de Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia, se destina más del 14 por ciento del PIB a la salud

• Para la región Europea, la gran mayoría de los gobiernos cumplen con la recomendación de la OPS e incluso la exceden en más de la mitad

• Incluso otros países de América Latina, como Colombia, Costa Rica y Chile, la cifra ronda por arriba del cinco por ciento

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No ha habido un momento en la historia reciente donde la salud haya tenido una importancia tan grande como durante la actual pandemia. Marcas como Zara están invirtiendo en crear nuevas líneas de productos enfocadas a la higiene y el bienestar. KFC retiró un eslogan que la acompañó por décadas solo para fomentar mejores hábitos entre el público. Incluso entre los gobiernos regionales hay un particular empuje por ponerle un alto a los productos dañinos.

Pero aún existe un problema, al menos en México: El bienestar parece que aún no es de las prioridades del gobierno federal. De acuerdo con Forbes, en la República apenas se destina el 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el cuidado del público. Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lo ideal sería destinar cuando menos el seis por ciento. Es decir, en la nación no se destina ni la mitad de lo aconsejado por organismos internacionales.

Claro que el tema ha tomado especial importancia por la crisis. Pero desde hace varios años que se reducido paulatinamente el interés del Gobierno federal en salud. Para 2012, se daba 2.9 por ciento en este sector. A lo largo de ese sexenio, se fue reduciendo la cifra poco a poco hasta que, en 2018, se llegó al actual 2.5 por ciento y se ha mantenido ahí desde entonces. En China, donde se originó esta pandemia, se tiene un monto similar, pero ligeramente superior.

¿Qué significa el aparente desinterés de gobierno en la salud?

Hay que reconocerle a la actual administración su empuje por mejorar el sistema médico en medio de la pandemia. No solo consiguió ser uno de los países que estará al frente de vacuna de AstraZeneca para América Latina. La Secretaría de la Salud ha hecho todo lo posible para comunicar a la población las correctas costumbres y hábitos para detener la expansión de la pandemia. Algunas de estas propuestas incluso podrían mejorar el panorama en el futuro.

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Pero de poco servirá si se sigue destinando poco dinero a la Salud después de la pandemia. En medio de una estrategia de austeridad federal podría parecer contraproducente para el mensaje de la administración. Pero la pandemia demostró que se trata de un sacrificio muy necesario. Si no sucede, ¿qué significa? Básicamente, se estaría pasando la responsabilidad del bienestar físico de la población al público mismo. Y esto puede traer múltiples problemas.

De inicio, como también ha demostrado la pandemia, no todo el mundo se toma la salud en serio. Hay quienes ponen innecesariamente su vida y la de los demás en riesgo solo por que no están dispuestos a ceder algunas libertades y comodidades. Además, no hay que olvidar que, en un sistema donde el bienestar físico de las personas está en manos de los agentes privados, los costos se acumulan rápidamente. Algo peligroso, considerando la desigualdad.

Mejores hábitos de la población: Una posible solución

En este sentido, parece que la mejor apuesta del público es la prevención. Y con el susto de la pandemia, se podría esperar que incluso los individuos más obstinados mejoren sus hábitos de salud. En redes sociales están creciendo tendencias que fomentan el bienestar físico de las personas. Muchos empleados han demostrado su compromiso al público y a sus compañeros. Y en general, parece que México aún continúa con la cuarentena. Pero hacen falta más datos.

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