• Apple acusa a Epic de buscar ayuda de emergencia, cuando la supuesta urgencia fue creada por su propia mano

• En otras ocasiones, Tim Cook y su equipo han reafirmado que su sistema cerrado asegura un entorno seguro

• Por otro lado, los desarrolladores de Fortnite creen que se trata solo de una serie de medidas arbitrarias para mantener el poder

Primero, harto de las altas comisiones, Epic Games decidió agregar micro-transacciones a su juego Fortnite que se saltaban la App Store. Después Apple prohibió la app de sus servidores por incumplir los términos del servicio. La desarrolladora de videojuegos inmediatamente puso una demanda a la tecnológica, apuntando que sus prácticas eran anti-competitivas. Ahora Tim Cook y compañía están acusando a su ex-aliada de prácticamente haberle robado su dinero.

De acuerdo con The Verge, Apple acaba de mandar una carta a las autoridades de Estados Unidos (EEUU) en respuesta a la demanda de Epic Games. En ella, asegura que la “crisis” de Fortnite es completamente culpa de la compañía, por haber ignorado por completo la reglas y términos de la tienda. No solo eso, sino que acusó al CEO, Tim Sweeney, de haber buscado un “trato especial” para su juego. Aparte señaló que el verdadero crimen lo cometió el estudio.

Sobre la decisión de Epic Games de saltarse a la App Store, Apple dijo que se podía comparar con un robo. En el documento, la tecnológica asegura que “si dejamos que los estudios eviten el sistema digital de pagos, es lo mismo que si un cliente se lleva un producto de una tienda sin pagar. En ambos casos, nuestra compañía no recibe su pago”. También apuntó que todos los aliados que se esfuerzan en burlar su sistema son eliminados del marketplace, sin más debate.

¿Quién tiene la culpa, Apple o Epic Games?

El tema de las comisiones es complejo en varios niveles, y para nada es único de Epic Games y Apple. También la industria restaurantera ha exigido a Uber Eats que cambie la forma en la que les cobra su parte de la transacción, sin llegar a una solución satisfactoria. Google pudo ver la fricción de estos cobros en su proyecto ecommerce Shopping, por lo que los quitó. Y a agentes tradicionales, como Visa y Mastercard, ya se les han hecho reclamaciones millonarias.

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Pero vale la pena regresar a la discusión entre Apple y Epic Games. Tim Cook y su equipo tienen razón al acusar que no es justo que se les deje sin un pago. Al final, los desarrolladores están haciendo uso de su plataforma y beneficiándose de las facilidades en ella, sin haber invertido en su mejoramiento. Por otro lado, el creador de Fortnite tiene razón al decir que el sistema actual beneficia a las apps de esta tecnológica, que no deben pagar ninguna tarifa.

Desgraciadamente esto significa que ninguno de los dos tiene la culpa. Pero también muestra que la solución ideal sería separar a Apple de su App Store. Si fuera una compañía autónoma, podría existir un verdadero entorno parejo para todos. Claro que a nadie, y especialmente a la empresa de Tim Cook, le convendría eso. Así que, conforme avance la demanda, alguna de las partes deberá ceder. Y todo indica que la balanza podría inclinarse a favor de Epic Games.

Otros problemas (y soluciones) en la anti-competitividad de las Big Tech

Vale la pena recordar que Apple no es la única empresa que está en conflicto con varios de sus ex-aliados o con autoridades de gobierno por algunas estrategias de negocio. También Facebook ha generado dudas por la forma agresiva como ha adquirido compañías y otros servicios para complementar su organización. A Amazon se le señala por aprovechar el control de su marketplace para sacar ventaja de sus rivales. Hasta Microsoft enfrenta estos desafíos.

Además de romper en pedazos los enormes negocios de estas empresas, ¿qué otras formas hay para controlar el poder de Apple y compañía? De acuerdo con el Financial Times, una solución a medias sería limitar qué cosas pueden hacer o no dentro de sus ecosistemas. Por su lado, Brookings señala que hasta ahora el enfoque ha estado en multas, sin tener un efecto claro. Y el MIT propone, entre otras cosas, forzar a los gigantes a compartir datos con rivales.