Es parte integral de tu deber como emprendedor ofrecer un producto o servicio de alta calidad. Y a la par de ello es necesario que tengas una atención a tus clientes a la que le prestes tanto enfoque como al esfuerzo que haces por ofrecer el más novedoso de los productos. Es una fórmula que debe formar parte de las misma ecuación. Sam Walton, creador de la cadena de tiendas Walmart, decÃa en una de sus frases y enseñanzas más poderosas que en los negocios solo habÃa un jefe: el cliente. Sin embargo, a veces olvidamos ello e incurrimos en ciertos errores que a la larga se traducen en pérdidas para tu marca.
Promocionar un producto por primera vez con rebajas
Tal vez pienses que introducir un producto con precio de descuento sea una idea genial (y tal vez lo sea en un principio), pero piensa un poco más a futuro. Cuando decidas ponerlo a precio regular, es probable que tu cliente se sientan un poco defraudado ante el alza. Lo mejor es introducir tu producto o servicio no con precio especial sino destacando todas sus virtudes. Si estás seguro de su calidad, dale el lugar que merece desde un principio. Un cliente consciente del trabajo detrás de ello sabrá valorarlo.
No escuchar a tu cliente
Hoy, el cliente quiere ser más escuchado que en ningún otro momento de la historia del marketing. Y no solo eso: quiere ser parte de la historia de tu marca o producto. En ese sentido, escúchalo, atiéndelo, hazlo sentir parte de tu marca. Lo agradecerá y se sentirá identificado al máximo. Pon a disposición de él diversos canales: redes sociales, campañas interactivas… lo que sea que creas que funcionará dependiendo de su perfil.
Ser reactivo
Reaccionar cuando el problema se ha desatado suele ser uno de los errores más comunes que los emprendedores cometen. Lo mejor es tener un plan de acción en caso de que se desate una crisis. Para ello tienes que contemplar los escenarios más comunes a los que tu marca se pudiera enfrentar dependiendo de la industria a la que pertenece. También conviene rodearte de un grupo de profesionales que sepan cómo actuar en casos de crisis. Improvisar sobre la marcha a veces no es la mejor idea.
Atención deficiente
Quizás sea el punto más obvio, pero no está de más recordarlo. Puede que tengas un producto o servicio estupendo entre manos, pero si no tienes una atención adecuada para tu cliente, este se te irá de las manos en menos de lo que te des cuenta. Presta atención especial en la manera en que te diriges al cliente desde todos los ángulos: vÃa telefónica, redes sociales, correos electrónicos. Todo merece una respuesta inmediata y, sobre todo, adecuada.
Querer ofrecer algo para lo que no estás realmente preparado
Ocurre con cierta frecuencia que en sus ansias de competir y de llegar a un nuevo segmento de clientes, algunas marcas incursionan en un terreno para el cual no están listas o no tienen las herramientas necesarias para destacar. Lo adecuado es enfocarte en tu área de especialidad. Cuando te sientas listo para comenzar a ofrecer algo distinto entonces hazlo ya con el entrenamiento adecuado.
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