En 2013, los marines norteamericanos publicaron ‘The U.S Army/ Marine Corps Counterinsugerncy Field Manual’, una guía donde se explica a detalle cuál es la manera más exitosa de acabar con el enemigo. Todo ello se basó en sus experiencias en las guerras de Iraq y Afganistán, donde la lucha fue por demás cruenta. Los marines basan su éxito en la disciplina y en el estudio del campo de batalla, rasgos que pueden ayudarte a ti, que estás en búsqueda del éxito profesional. 

No existe una sola receta para el éxito, pero sí hay ciertas acciones que pueden aplicarse de manera universal porque han demostrado su efectividad cuando se trata de conquistar un objetivo. Analiza los siguientes puntos y reflexiona qué has llevado a cabo y en dónde te falta aplicar alguna acción en concreto.

Primero, aprende a tender bien tu cama

Los marines tienden su cama en cuanto se levantan. Pero no lo hacen de cualquier manera: la dejan perfecta. Y es que hay una pequeña enseñanza en este hecho tan simple en apariencia: si no puedes hacer bien una pequeña cosa, nunca harás bien las grandes. Si quieres lograr grandes cosas, primero tienes que hacer bien las más sencillas. La disciplina empieza a partir de lo que te rodea para que después lo demás se puede ir dando de manera natural.

Aprende a trabajar en equipo

Todos los días, los marines salen a remar. Deben hacerlo de manera sincronizada para que el bote, especialmente en invierno, avance de la manera adecuada. Si uno de ellos no va al parejo de los compañeros, entonces será imposible que el bote avance a la distancia y a la velocidad adecuada. Aquí hay una enseñanza fundamental que es la del esfuerzo repartido y el compromiso en conjunto. Cuando un equipo es capaz de actuar de manera conjunta no habría obstáculo que los frene.

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Ve las cosas de manera positiva cuando más difíciles son

La novena semana de entrenamiento para los marines suele ser la más difícil. De hecho, le llaman la semana del infierno. Hay cierto periodo en el que deben pasar seis días sin dormir y en constante estado de alerta mental y físico. Cuando peor la pasan, suelen cantar para darse ánimos, lo cual suele resultar positivo para ellos. Así tú, cuando peor crees que te encuentras, canta y verás cómo tu ánimo vuelve a elevarse. Los ánimos son una fuerza muy poderosa con la cual podrás combatir el desgano en los peores momentos.

Adáptate a las circunstancias

Quizás sea la lección más valiosa a la que todos podemos aspirar. Quien se adapta, sobrevive; quien se resiste al cambio, lo sentirá en demasía. Esto no se trata tampoco de aceptar lo malo, sino de saber sacar fuerzas en los momentos más complicados y en los escenarios más adversos. Cuanto peor sea el escenario, ve cuáles son las fortalezas que tienes y sácalas a relucir. Incluso en el peor de los momentos, siempre habrá un salvavidas al cual puedas recurrir para salir a flote si sabes jugar bien tus cartas.