No han pasado ni siquiera quince días del octavo mes del año y el pan de muerto en los anaqueles de diferentes tiendas, cafeterías y pastelerías ya es una constante.
Este tradicional y esperado bizcocho se ha convertido en un factor entre los jugadores del sector retail y aunque el año pasado vender pan de muerto en agosto pudo ser vista como una buena estrategia para algunas firmas como Starbucks, este año las cosas podrían ser distintas.
Retail y restaurantes al borde
En principio es importante entender que los restaurantes, cafeterías y el sector retail se encuentran en un momento complicado caracterizado por pérdidas y ventas a la baja.
De acuerdo con el último reporte entregado por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales de México (ANTAD), las ventas comparables de comercios minoristas en el país, registraron una caída interanual de 91 por ciento durante el mes de julio en términos nominales.
Aunque estas cifras se traducen en una mejora comparable, lo cierto es que aún se trata de un desplome importante a dos meses de que las medidas de confinamiento comenzaron a relajarse.
Para los restaurantes las cosas no han sido distintas. Para darnos a la idea, basta con reconocer lo que sucede en el mercado mexicano, en donde en principio y según un estudio reciente firmado por Fintonic reveló que, a partir del primer caso de coronavirus en México, los consumidores redujeron su gasto en restaurantes en un 30.03 por ciento.
El escenario anterior, ha traído pérdidas millonarias para dichas unidades de negocio en el país. Estimaciones entregadas por la Canirac, el brote de coronavirus en el país se ha traducido en una caída de 90 por ciento de las ventas y el cierre de 30 por ciento de los restaurantes.
Medida desesperada
De esta manera, y a pesar de que muchos de los jugadores dude estos sectores mantuvieron sus actividades aún en la cuarenta, la venta de pan de muerto en pleno agosto no es otra cosa más que una medida desesperada por reactivar el consumo, estrategia que el año pasado fue visible en las acciones de marcas como Starbucks.
Hace justo un año, las cafeterías de la sirena sorprendían a los consumidores con el lanzamiento de promociones relacionados con sus características bebidas acompañadas con pan de muerto.
En aquel momento, la marca se ubicaba como una de las primeras en atender a este “producto de temporada”.
La razón no era otra más que la necesidad de reactivar el consumo en un año que, aunque está lejos de compararse con el actual, se dibujaba complejo en términos económicos y estaba caracterizado por números de consumo a la baja.
Ahora esta estrategia parece replicarse, con la diferencia de que son más los jugadores que se suman a la tendencia.
Una visita a las tiendas online de las principales cadenas de autoservicio o bien a aquellas que pertenecen a los clubes de precios basta para identificar que este producto ya está en su oferta.
Lo mismo sucede con cafeterías, pastelería e incluso algunos restaurantes que han comenzado ha hacer eco de este producto que, de manera purista, tendría que salir a la venta por muy temprano durante los últimos quince días de octubre.
Genéricos a la vista
Aunque para el paladar del consumidor esta noticia podría ser un agasajo, lo cierto es que términos de estrategia se está perdiendo una de las técnicas más exitosas al momento de vender.
Las promociones estacionales que estaban relacionadas con el pan de muerte, simplemente comienza a leerse como un acto genérico, en donde la frase “es temporada de” cada vez tiene menos significado en el consumo y en consecuencia las marcas deben esforzarse para encontrar estos nuevos productos.
De esta manera, no es extraño que muchas marcas comiencen a generar sus propias propuestas de temporada. Firmas como Dunkin’ o Starbucks son ejemplo claro de esto y aunque no es una mala estrategia, lo cierto es que complica aún más la situación actual en donde la apuesta por nuevas marcas podría no ser la mejor opción ante la baja de ingresos y la necesidad de ser rentable.