• Cuando se compra un dispositivo como un celular o computadora, solo se adquiere una licencia de uso

• Lo anterior técnicamente significa que no se tiene una licencia de modificación para hacerle arreglos no autorizados

• Bajo el T-MEC, se traduciría a que proveedores no-autorizados por las marcas podrían cometer un delito al hacer su trabajo

Con el nuevo tratado de comercio entre Estados Unidos (EEUU), Canadá y México, el T-MEC, se abre un nuevo capítulo de cooperación regional entre estos países. No solo se le podrá dar continuidad a una relación económica que ha estado vigente por varios años. Además, habrá una serie de cambios en la forma en la que se llevan a cabo los negocios entre todas estas naciones. Por supuesto, algunos cambios podrían afectar negativamente al consumidor.

Uno de los más preocupantes tiene que ver directamente con las nuevas reglas de derechos de autor. De acuerdo con Sipse, el T-MEC podría ser el final de las Plazas de Tecnología como se conocen. Esto, porque las reformas a la Ley Federal sanciona la comercialización de bienes, componentes o sistemas que eludan la medida tecnológica de protección efectiva. En otras palabras, significa que ya no se pueden reparar celulares o laptops con agentes externos.

Las personas todavía podrían mejorar y restaurar sus dispositivos sin romper las reglas de la T-MEC, pero tendría que ser con proveedores y distribuidores autorizados por las marcas. Esto no solo significa que negocios y usuarios podrían verse afectados con una multa de hasta 1.7 millones de pesos si rompen estas medidas. Además, las Plazas de Tecnología ya no podrían vender piezas genéricas para smartphones o computadoras, lo que implicaría su extinción.

¿Qué tan ciertos son los riesgos del T-MEC?

El tema de los derechos de autor ha sido muy delicado a lo largo de los años, y no solo en torno al T-MEC. En redes como Twitter, se están registrando varias demandas por copyright contra ciertos líderes de opinión que usan obras de externos sin permiso ni licencia. Ferrari hace poco perdió la exclusividad del diseño del 250 GTO, lo que permite a otras automotrices copiarlo y venderlo. Esto incluso ha cambiado la forma en la que se comparte el contenido.

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Pero hay que volver al tema de las Plazas de Tecnología y el T-MEC. Hay que destacar que, desde que se presentó el tratado, ha habido versiones encontradas sobre el apartado de los derechos de autor. A inicios de julio, UDG TV apuntó que las sanciones se aplicarían solo a un nivel industrial.  Es decir, que en reparaciones y operaciones minoristas, con el usuario final, no debería de haber ningún cambio. Es decir, apuntaba que esta industria no estaba en riesgo.

Sin embargo, se trata todavía de un tema que genera preocupación y causa visiones contrarias entre diferentes expertos. Es incierto si el T-MEC significa que desaparecerán las Plazas de la Tecnología y se sancionará a los usuarios por tratar de reparar sus dispositivos. Todo apunta a que no es el caso. Sin embargo, aún falta afinar algunos detalles de la regulación. Así pues, se tiene que poner a las autoridades a crear marcos legales que no pongan ninguna duda en ello.

Otras decisiones controversiales del tratado

Claro, los derechos de autor no es lo único que ha generado incertidumbre en torno al T-MEC. En algún momento, el presidente de México aseguró que el tratado podría servir para ocupar el lugar de China en la manufactura global, especialmente en el tema del acero. Algo que hizo que se reforzaran los miedos que el acuerdo fuera a ser más beneficioso para Asia que para la región. Sin embargo, también podría incrementar la rotación de talento entre todo el bloque.

Fuera de los puntos más controversiales, aún así se espera que el T-MEC proporcione ventajas contundentes a México y sus aliados comerciales. De acuerdo con Expansión, si el gobierno del país juega bien sus cartas, podría consolidarse como el proveedor de insumos en la región. Según Forbes, debería significar un incremento en los salarios de trabajadores en la base de la pirámide. Y 24 horas señala que también hay un crecimiento contundente en el sector agrícola.