No fue la llegada del siglo XXI la que nos hizo cambiar nuestras formas de convivencia. Tampoco lo fue la lucha por el poder hegemónico en el mundo la plataforma que nos impulsó a reflexionar con mayor fuerza sobre cuál sistema político nos daría más resultados. Sin duda, los esfuerzos para evitar el calentamiento global no fueron detonantes para modificar nuestras conductas; estos hitos son importantes pero no fueron determinantes para impulsar del todo el cambio que viene después de la pandemia que padecemos.

Tuvo que sobrevenir una emergencia sanitaria mundial como la que padecemos desde el inicio de este 2020, provocando cada día mayores pérdidas para darnos cuenta que debemos comunicarnos más, establecer nuevos protocolos y comprendernos mejor. Así de simple. Con el golpe de realidad que hemos recibido es menester analizar, bajo las actuales circunstancias, la competencia entre las máquinas y los humanos en las actividades de comunicación, en donde nuestro pensamiento crítico y la habilidad creativa que poseemos ( los robots no), pueden colocarnos adelante en esta contienda.

Para comunicarnos se requiere de entrenamiento, poner en común nuestro sello personal, agudizar el ingenio y ponerle pasión a cada una de nuestras intervenciones ante los diversos públicos con los que interactuamos. Estas cartas credenciales debemos mostrarlas siempre, toda vez que la inteligencia artificial, abandonó hace tiempo el espectro de la ciencia ficción para colarse a nuestras vidas y está llamada a protagonizar una revolución como la industrial y como la del internet.

La Inteligencia artificial respaldada por científicos como Stephen Hawking que con esta frase, ¨Cada aspecto de nuestras vidas será transformado por la I.A. podría ser el evento más grande en la historia de nuestra civilización. Todavía no hemos llegado pero es sólo cuestión de tiempo¨, nos anunciaba que la competencia a la que nos referimos está por tomar velocidad.

¿Cómo mantenernos vigentes ante esta ola de inteligencia que viene?

Anticipación: evitar caer en el trabajo repetitivo.

Premisa: mantener el pensamiento creativo, aquello que los robots aún no pueden hacer.

Visión: las soluciones creativas no tienen que ver con los recursos a tu alcance sino con qué tan comprometido estás para ver el problema desde una nueva óptica.

Apertura: desarrollar la habilidad de observar, abrir nuestras mentes para estructurar mejores preguntas, juicios y conexiones para proponer mejores ideas.

Cuestionar: con un actitud propositiva, poner en la mesa de las decisiones diferentes escenarios para dialogar en torno a las mejores soluciones ante una situación determinada.

La nueva sociabilidad post-pandemia nos abre la ventana para explorar estas nuevas formas de convivencia desarropándonos de caretas y posturas banales que escondía nuestro verdadero ser. Seamos más auténticos y conectemos con la inteligencia que solo los humanos podemos desarrollar.

La inteligencia artificial que sea solo una buena aliada de los tiempos modernos que nos toca vivir pero nunca un sustituto de nuestra relación humana.

Nos encontraremos más adelante.