Hacer clientes es uno de los retos más fuertes para toda empresa o negocio, pues de ellos depende el éxito o fracaso del mismo. Entonces ¿cómo hacer para que un desconocido que por primera vez conoce nuestra marca se convierta en un cliente potencial? Es tal el tamaño de las necesidades que se tienen que cubrir en la vida, que eso mismo atrae a distintos tipos de clientes a un negocio u otro. Por ello debes saber detectar las características de tu proyecto y la mejor manera de ofrecerlo. Estos son algunos pasos que puedes seguir para que una nueva persona se convierta en tu cliente potencial y fiel.
Conoce sus necesidades
Saber lo que tu cliente busca de tu servicio o producto te permitirá darle las soluciones adecuadas. Ese es el primer gran éxito de las empresas: leer al cliente e incluso anticiparse a lo que buscan. Cuando tengas bien claras las necesidades del cliente sabrás qué ofrecer y cómo hacerlo llegar hasta él. Si ves que hay muchos lugares que ofrecen lo mismo, piensa en la manera más adecuada en que puedes dar lo mismo pero con un plus que nadie tenga en su poder.
Enamora a tu cliente
Seduce a tu cliente potencial con un producto ajustado a sus necesidades. Las empresas que logran posicionarse en la mente, pero sobre todo en el corazón del cliente, son las que tienen mayores probabilidades de triunfar. Una empresa que tiene esto en mente trabaja en una estrategia que busque resolver no solo las necesidades sino las emociones del cliente. También lo involucra como una parte activa de su identidad.
En vez de vender, interésate en ayudar
Olvida la acción de vender una vez que logres captar la atención del cliente. En lo que tienes que pensar es en ayudarle a resolver una necesidad que puede ser urgente o no, pero que ahí está. Hazle ver a tu cliente que tu interés es que se sienta bien y que pueda ver cumplidas sus necesidades. Piensa que estás poniendo en sus manos un producto o un servicio que le cambiará la vida.
Haz una oferta irresisitible
Amarra a ese cliente potencial a través de una oferta que no pueda rechazar. Usa la estrategia que desees, pero que sea lo suficientemente poderosa para que te vuelvas imborrable en su mente. Convierte tu producto en algo relevante y útil para esa persona.
Da seguimiento
Es una de las partes vitales del proceso: si no hay seguimiento es como si quisieras que ese cliente se olvidara de tu existencia. Síguelo sin verte invasivo, pero sí lo suficientemente interesado para que te tenga en cuenta. Tu producto debe vivir en su memoria hasta que se decida a comprarlo.
Y lo más importante: confía en tu instinto para conseguir clientes
Todo lo anterior no tiene sentido si no crees en ti y en la calidad de lo que ofreces. Un emprendedor o dueño de algún negocio debe confiar de manera ciega en el porqué de lo que hace. Ofrece sin titubear, muéstrate seguro: los CEO y los líderes de grandes empresas así lo hacen y es parte de su éxito.