Buenos Aires, Argentina.- Sí, es verdad, aunque en rigor, sólo abandonó el negocio farmacéutico que llevaba adelante en el país. La cadena de supermercados Carrefour concretó la venta de los cinco locales de comercialización de medicamentos con su marca que tenía en operaciones en la ciudad de Buenos Aires. Los compradores, un grupo independiente del rubro.
Si bien los locales tienen desde hace algunas semanas un cartel que informa que los negocios están cerrados por reformas, desde la cadena francesa confirmaron fuera de micrófono que los predios que tiene Carrefour en Devoto, Boedo, Colegiales, Mataderos y el shopping Paseo Alcorta ya no serán más propiedad del supermercado y reabrirán con nombre nuevo.
No le fue bien en Argentina con las farmacias a pesar de la promoción y publicidad que hizo. Cuando Carrefour ingresó al negocio, hace cinco años, tenía un programa de crecimiento que proyectaba llegar a 10 locales en un año. La intención de la multinacional era convertirse en un competidor relevante en el mercado (en el mercado de alimentos y bebidas, lidera con una facturación por año de 17 mil millones de pesos), sin embargo, las regulaciones que existen en el país respecto de este tipo de negocios le jugó en contra.
A pesar de todas las acciones marketing llevadas a cabo, fue un obstáculo primordial que la marca francesa no haya podido abrir locales en la provincia de Buenos Aires. Allí, la legislación prohíbe la instalación de farmacias a menos de 300 metros de otras ya funcionando, lo que fue una valla insalvable para Carrefour.
Las regulaciones de ese distrito, que posee la mitad de la población del país, también ha impedido la llegada en el volumen deseado de otras cadenas, como Farmacity, Dr. Ahorro y Farmar. Las restricciones argentinas también derivaron en que la mexicana Dr. Simi anunciara su salida del país hace cuatro años.
Según fuentes del sector, además de la presión de los colegios farmacéuticos a la llegada de grandes jugadores del rubro, hay un marcado interés de los laboratorios de venderle a muchos pequeños compradores, que tener que negociar con importantes multinacionales ya consolidadas.