Aquellas compañías que llegan a estar en los reflectores tienden a ser solo los agentes más grandes. A veces es por rediseños en su identidad visual, otras por una mezcla entre negocios que antes eran rivales, o bien por su capacidad de recuperación en torno a las barreras de la crisis. Si bien la influencia de estos negocios es innegable a escala internacional, su impacto en el bienestar económico no se compara al de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs).
Dentro de México, las PyMEs tienen un peso importante para la economía nacional. Y es que estos negocios no solo representan la mitad del Producto Interno Bruto (PIB). También son la amplia mayoría de las unidades productivas totales dentro del país y dan empleo a la amplia mayoría de los ciudadanos. Pero es importante reconocer que no solo en la República tienen una gran relevancia. A escala global, se les identifica como grandes motores de las naciones.
Algunas estadísticas sobre las PyMEs en el mundo
Tal vez la principal aportación de estos negocios al bienestar de sus países tiene que ver con la equidad financiera. De acuerdo con Saeed Hashi, las PyMEs son reconocidas como un factor clave en la repartición de riqueza e ingresos entre la base de la población. Estudios a la vez concuerdan que son impulsores del crecimiento en naciones desarrolladas y en transición. El EBRD incluso apunta que son clave para generar reformas legales a una escala nacional.
En datos de la Unión Europea (UE), en los países de este bloque las PyMEs representan desde el 70 y hasta más del 90 por ciento de las unidades económicas totales. De acuerdo con WP ERP, más del 80 por ciento de los dueños de los negocios se sienten felices con su vida tanto personal como profesional. Sin embargo, con la crisis sanitaria de la COVID-19, en información de Oberlo, ha dejado sin operar al 31 por ciento de esas marcas, poniendo en riesgo su futuro.
Dentro de México, las PyMEs enfrentan un entorno peculiar. INEGI dice que el 65 por ciento de los negocios solo sobrevive cinco años. Según Forbes, esas unidades enfrentan varios retos, como el bajo crecimiento, poca escalabilidad y crédito limitado. En datos de Great Place to Work, el 95 por ciento no se vinculan a cadenas de valor. Por su lado, La Razón apunta que 18 millones de hogares dependen de estos negocios. Revisa esta infografía para conocer más: