Los efectos sociales y económicos a causa del coronavirus aún no se pueden definir con exactitud, pero a medida que avanzan los meses las proyecciones se hacen cada vez más pesimistas; el mercado de la publicidad y marketing no escapan de esta tendencia.
Al respecto basca con recordar las estimaciones de eMarketer que en abril pasado apuntaron que la inversión publicitaria a nivel mundial sufrirá un impacto negativo derivado del COVID-19, pasando de 712 mil 020 millones de dólares proyectados en octubre de 2019, a 691 mil 720 millones estimados en marzo de este año.
Los datos advertían que esto podría ser más duro, y parece que así será. Un reciente reporte de WARC, sobre la inversión en publicidad global caerá un 8,1 por ciento en 2020 hasta llegar a los 563 mil millones de dólares, dando un salto significativo respecto a su proyección previa, dada a conector en febrero, cuando apuntó que sería del 7,1 por ciento.
De acuerdo con el más reciente informe, serán los medios tradicionales los más afectados pues se prevé que su caída sea del 16.3 por ciento, lo que agravará la situación que enfrentan en algunos mercados, como el menciona, por ejemplo.
A detalle, se estima que la televisión tendrá una caída del 13,8 por ciento hasta ubicarse en los 159 mil 900 millones, representando un 28,4 por ciento del gasto total en 2020 a nivel global.
En caso contrario, y pese a que la publicidad digital también tendrá un impacto negativo, este canal será el único que reporte un crecimiento del 0,6 por ciento, mínimo, pero al fin positivo; se destaca el social media (+9,8 por ciento), video advertising (+5 por ciento), y el search advertising (0,9 por ciento).
A las proyecciones de Warc se suman las que esta semana dio a conocer Magna, que si bien son un poco menos drásticas, también apuntan a una caída del 7,2 por ciento, estimando la pérdida en unos 42 mil millones de dólares.
Para los analistas, si bien se esperaba una complicado pese a que estaban previstos los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, su cancelación a causa del cornavirus y los otros múltiples efectos de la pandemia hacen que el mercado publicitario global enfrente retos aún más complicados.