La nueva normalidad parece ser la opción para recuperarnos de los estragos que ha dejado la pandemia de COVID-19 a su paso por los más de 180 países en el mundo, sin embargo, hay un reto en poder entender esta tendencia y las personas están optando por retomar sus hábitos de vida tradicionales.
Esto es un riesgo de rebrote de la pandemia, sobre todo en países como Estados Unidos, donde las protestas sociales han llevado a salir de forma masiva a las calles, sin respetar el distanciamiento que ayuda a evitar contagiarse del patógeno originado en China.
Cubrebocas evitarán rebrote, sin embargo…
A lo largo de esta contingencia, una de las mayores advertencias que se han hecho a la población, es que el uso de cubrebocas es obligatorio, sin embargo, este mandato contrasta con las recomendaciones de autoridades como la oficina de Salud en México.
Dentro de un estudio de la universidad de Cambridge se advierte que si el 100 por ciento de las personas que salen a la calle usaran cubrebocas y lo trajeran puesto todo el tiempo en público, esto ayudaría a evitar un segundo brote del patógeno. Es más, si el 50 por ciento de las que están en público usaran el cubrebocas, incluso este porcentaje ayudaría a evitar el contagio de esta pandemia, pero el hecho de incluso llegar a este porcentaje es solo una buena intención.
En un estudio conducido por Gallup, la firma encontró que solo el 36 por ciento de los estadounidenses dijo usar un cubrebocas cuando estaba afuera.
La muestra advierte el potencial que hay de una rebrote de la pandemia, sobre todo en un país donde las protestas sociales han sacado a las personas a la calle en multitudes, rompiendo con el distanciamiento social que se debe de cumplir, para evitar el contagio de COVID-19.
Rebrote en manos del consumidor
Los hábitos del consumidor lo son todo durante esta contingencia y de estas buenas o malas prácticas depende el éxito o fracaso de un segundo rebrote de la pandemia, en un momento en que la cifra de positivos a este patógeno no ha cesado en países de América Latina, donde su propagación ha sido escandalosa, especialmente en países como Brasil.
Asegurar que el rebrote de la pandemia de COVID-19 está en manos del consumidor parte de la idea de que un simple hábito como el usar cubrebocas en la calle, podría ser la diferencia en cuanto al riesgo de contagio.
Evidentemente el mejor hábito sería el resguardo en casa, sin embargo, lograrlo es todo un desafío, sobre todo cuando parece haber una creencia de que llevar a cabo la vida con los hábitos que tradicionalmente se seguían debe continuar.
Ante esta situación, un elemento que no podemos perder de vista es el que no recuerda lo importante que se vuelve contar con una cultura de la nueva normalidad y un recordatorio de lo necesario que se vuelve cumplir con las recomendaciones.
“Tenemos poco que perder con la adopción generalizada de máscaras faciales, pero las ganancias podrían ser significativas”, aseguró Renata Retkute, investigadora coautora del estudio realizado en la Universidad de Cambridge.