La industria de los bienes raíces es un mercado fértil para la generación de empleo, mismo que ofrece muchas ventajas para aquellos que deciden ser asesor inmobiliario.
Las cifras que acompañan a esta industria son suficientes para darnos una idea del potencial que el sector ofrece a los profesionales.
De acuerdo con la Federación Internacional de Bienes Raíces para las Américas (FIABCI), el sector inmobiliario representa 14.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, lo cual hace de éste la segunda fuerza económica de México, al ser una industria en la que 98.7 por ciento de sus productos y de los insumos son de producción nacional, que genera 3 millones de empleos y tiene impacto en 78 ramos de la economía.
Las ventajas en voz de una profesional
Además de ingresos que dependen, en gran medida, del rendimiento de cada persona, ser un asesor inmobiliario ofrece muchas ventajas sobre todo en lo que se refiere a mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional.
Así lo indica Mónica Guerrero, RE/MAX Homelife, Estado de México, quien puntualiza que “la ventaja de ser un asesor inmobiliario, es que tienes la maravillosa oportunidad de convertirte en un facilitador de sueños, pero no sólo de tus clientes, si no de los propios, literal es una relación de ganar-ganar”.
La vocera de RE/MAX asegura que en su experiencia, esta profesión “me brinda la oportunidad de estar muy cerca de mi familia, especialmente de mis hijos, al mismo tiempo que me desarrollo profesionalmente”.
De manera puntal, hablamos de una profesión que otorga el control de crecimiento profesional a cada asesor; es decir, desarrollarse en este terreno no está ligado a términos de edad o tiempo de permanencia en una empresa.
Como concluye Guerrero, “a diferencia de otras profesiones, no hay límites en edad, siempre y cuando te prepares adquiriendo los conocimientos que te sirvan para brindarles la confianza a tus clientes”.