La delincuencia sigue pegando a las marcas y el ejemplo más claro es lo que ocurrió hace algunos días en una de la sucursales de BBVA.
Tal y como lo reportan diversos medios de comunicación con base en la carpeta de investigación. una empleada del banco que labora en una de las sucursal ubicadas en la alcaldía Gustavo A. Madero fue obligada a vaciar la bóveda del banco, una vez que los asaltantes le colocaron algo similar a un cinturón de explosivos.
Los hechos
De acuerdo con lo informado en la carpeta de investigación, los hechos ocurrieron el viernes pasado, cuando la empleada identificada como Karina, fue abordada mientras se dirigía a su empleo por sujetos armados quienes luego de cerrarle el paso, la amenazaron con saber todo de ella y afirmarle que tenían vigilados a su esposo y a su hijo.
Ante las amenazas, la mujer cedido a que se le colocará el supuesto cinturón con explosivos, mismo que fue utilizado como medio de coerción para que la mujer accediera a la bóveda y a los cajeros automáticos para extraer el efectivo que después guardó en un bote de basura.
Tal como indica la información, con un total de 14 millones de pesos, la mujer condujo en su propio vehículo hasta Ecatepec, en Estado de México, en donde recibió instrucciones vía telefónica para abandonar el auto y volver luego de 10 minutos. Una vez que la mujer regresó al auto encontró la llave para librarse del presunto cinturón.
LE PONEN “CINTURÓN BOMBA” a MUJER y ROBAN 10 MDP
Ladrones secuestraron a la jefa d cajeros d este banco en @TuAlcaldiaGAM
Le pusieron el cinturón con candado, la guiaron por videollamada y amenazaron con estallarla
La @FiscaliaCDMX los buscaLa historia> https://t.co/nqFx1aQOAY pic.twitter.com/y8REPXlAi2
— Carlos Jiménez (@c4jimenez) June 2, 2020
El costo de la inseguridad
Hasta el momento BBVA no ha expresado alguna postura al respecto. Merca2.0 se puso en contacto con la firma, misma que indicó que no tenían comentario alguno ante los hechos.
Aunque aun se mantiene el proceso para deslindar responsabilidades, la realidad es que este es un hecho más que deja en claro el costo que la inseguridad tiene para las marcas.
No sólo se trata de las pérdidas materiales, sino de la necesidad que las empresas tiene por dar seguridad a sus consumidores que viven en un contexto complejo en dicha materia.
Estas tendencias han ganado especial relevancia en el mercado mexicano ante el fuerte fenómeno de inseguridad que ahora ocupa gran parte de la atención de los consumidores.
Las cifras hablan de un clima en donde el sentimiento y realidad de la población esta ligada a una ola de violencia que no parece más que crecer.
Los datos hablan por sí solos. Durante diciembre del año pasado, el 72.9 por ciento de la población mexicana mayor a 18 años consideraban que vivir en su ciudad es inseguro, de acuerdo con los resultados de la vigésima sexta edición de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, firmada por el Inegi.
El tema es especialmente importante para las marcas del sector bancario si consideramos que, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2019, el 82.4 por ciento de los mexicanos se sienten inseguros al acudir a cajeros automáticos, mientras que el 72.6 por ciento de los mismos tienen temor al ir a sucursales bancarias en el país.