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Según fuentes internas en China, Pekín ya prepara un plan de contraataque si EEUU continúa con la guerra comercial
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En primera instancia, se espera que se eche a la basura la Fase 1 del tratado comercial con el gobierno de Washington
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Asimismo, se cancelaría la promesa de gastar 32 mil millones de dólares en el desarrollo de la industria agrícola americana
Desde hace unos días que China y Estados Unidos (EEUU) decidieron que ya era momento de regresar a su guerra comercial. Las hostilidades han escalado velozmente en esta ocasión, aún a pesar que parecía que habían salvado sus diferencias para finales del 2019. Como siempre, las hostilidades empezaron con golpes a la creciente supremacía del país asiático en el sector de tecnología. Pero ahora que Pekín está contraatacando, irá por una industria más dolorosa.
Según Reuters, China acaba de ordenar a sus compañías que detengan todas las compras de gran volumen en varias categorías de alimentos. Específicamente, la guerra comercial impedirá a las empresas de EEUU venderle soya y carne de cerdo a la gigante asiática. Esta prohibición aplicará para todas las organizaciones que son propiedad del estado. Es incierto si también se incluirán restricciones para negocios comerciales que son propiedad de la iniciativa privada.
Fuentes cercanas al proceso apuntan que las medidas se tomaron en represalia a la decisión de Washington de suspender el trato especial que goza Hong Kong. Junto con esos alimentos, aparte se puso en pausa la compra de maíz y algodón que venga de EEUU. Si las autoridades de la Unión Americana siguen adelante con la guerra comercial, China añadirá más bienes a la lista de importaciones paradas. Entre 10 mil y 20 mil toneladas de producto fueron afectadas.
Un golpe duro a EEUU en la guerra comercial, ¿por qué?
Como ya se dijo, aunque el conflicto entre las dos naciones empezó hace relativamente poco, los dos gobiernos ya han ejecutado una serie de medidas considerables. El primer golpe vino de EEUU, que introdujo limitaciones a suministros cruciales para Huawei. Trump luego sugirió a las marcas que les convendría salir de China e instalar sus fábricas en el mercado nacional. Su rival asiática, por su lado, está apostando fuerte a convertirse en la nueva líder del mundo.
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La nueva iniciativa de China podría probar ser desgarradora para EEUU. Hay que recordar que el inicio de la guerra comercial entre ambas naciones se puede rastrear a la promesa de Trump para “corregir” su balanza comercial. Esto, en pocas palabras, significa para el ex-magnate que otros países gasten más en sus productos de lo que su nación gasta en los del resto. En ese sentido, la prohibición de compra de alimentos pegará duramente al plan del presidente.
Y es que China es un consumidor ávido de soya y carne de puerco. Detener estas compras tal vez no modifique tan severamente la balanza comercial de EEUU. Sin embargo, sí será un muy severo golpe político para Trump en su, hasta ahora, fallida guerra comercial. Además podría representar una oportunidad para que otros países refuercen sus lazos con la economía más grande de Asia. En especial aquellos que se especialicen en productos agrícolas y ganaderos.
¿Quién gana con el conflicto EEUU-China?
No es la primera vez que se sugiere que la guerra comercial podría beneficiar a países que no están involucrados en esta pelea. Por ejemplo, el presidente de México hace poco sugirió que el país podría tomar el lugar de China como “la fábrica del mundo” si más países cortan sus lazos comerciales con la nación. Desde el año pasado se ha visto que países como Corea del Sur y Japón también han crecido sus exportaciones. Hay aún más consideraciones en el aire.
Lo cierto es que, si esta vez la guerra comercial entre EEUU y China continúa hasta un punto de ebullición, el panorama de la economía global podría ser muy distinto. De acuerdo con la BBC, Naciones Unidas teme que el conflicto lleve a que las tarifas de prácticamente todos los productos se disparen. La misma organización apunta que es una situación perder-perder para todos. Y según IMD, es una pelea en la que Washington no tiene oportunidad alguna de ganar.