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Según Fintonic, la prohibición de consumo en categorías como Espectáculos también resulta en un ahorro para los usuarios
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Aunque al inicio de la crisis las personas realizaron notables compras en salud y alimentos, también esta tendencia se cayó
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De hecho, parece que ahora sí la gente está empezando a comprar solo lo estrictamente necesario
No hay duda alguna que el consumo de las personas en México es radicalmente distinto ahora frente a hace unas semanas, pre-pandemia. No es para menos, considerando que la gente ya no debería salir a las calles. Pero con muchas actividades paralizadas, la gente que perdió su trabajo y tantos locales cerrados, el efecto de esta crisis económica es mucho más amplio que un par de compras menos. Basta con comparar el panorama con el que se veía el año pasado.
La app Fintonic acaba de lanzar un nuevo reporte de cómo los mexicanos han modificado su gasto ahora en plena fase tres de la cuarentena y este mismo periodo el año pasado. En el caso de algunas industrias específicas, el cambio es desgarrador. La categoría más afectada parece ser Espectáculos, en las que el público gasta 93 por ciento menos ahora que lo que lo hacía en 2019. De cerca siguen Tiempo libre, Hotel, Restaurante, con bajas a doble dígito alto.
Estas cifras corresponden a la semana 17, cuando se dio a conocer la entrada en vigor de la etapa tres de la epidemia. Según la app, el consumo en verdad empezó a mostrar una grave tendencia a la baja a partir de la semana 13, cuando se declaró la fase dos. Sin embargo, en los días posteriores es cuando se dio una pronunciación de este fenómeno. En comparación, las categorías que más se cayeron en 2019, ante 2018, bajaron solo hasta nueve por ciento.
Un nuevo panorama de consumo
No es la primera vez que se confirma con estadísticas que los mexicanos están cuidando más su dinero. Hace unas semanas, poco después de confirmarse la entrada de la fase tres de la pandemia, un reporte de Mercado Libre dio un panorama de consumo muy distinto al usual. En lugar de las clásicas compras para la temporada, parece que se han empezado a hacer más populares productos de “descanso en casa”, así como objetos y apoyos para fitness.
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¿Qué pueden sacar las compañías de estas estadísticas? Tal vez lo más importante es que les dará a las empresas un mapa de consumo para el corto plazo. Como ya se dijo, de la noche a la mañana el público empezó a requerir bienes y servicios distintos. Las que se beneficiaron de este cambio de inmediato son las que casualmente ya daban estas atenciones. Ahora es una necesidad que también el resto, si no lo está haciendo ya, sume estas ofertas a su portafolio.
Pero tal vez lo más importante, y que es justo lo que refleja el estudio de Fintonic, es que las marcas tendrán que empezar a deshacerse o paralizar las ofertas que la gente no quiere. Por supuesto, esto no significa que el cambio deba ser permanente. Pero al menos por ahora, si las compañías quieren seguir obteniendo ingresos, se deben diversificar. En especial aquellas cuya principal (o única) fuente de dinero eran precisamente estos servicios que se han caído.
Adaptarse a nuevas demandas
Hay empresas que han sabido dar un pequeño paso en la dirección correcta. Ejemplo perfecto es el de Cinépolis, que empezó a vender productos clásicos de su dulcería como parte de su estrategia de diversificación de emergencia. También las compañías productoras de cine, ante el cierre inminente e indefinido de las salas, decidieron lanzar sus estrenos directo a streaming. También está el caso de Airbnb, con sus experiencias online, o Uber con su nueva paquetería.
De hecho, ya desde antes de este enorme cambio de consumo propiciado por la pandemia, la diversificación de los negocios era una de las mejores estrategias de prosperidad comercial. En datos de eFinance Management, este estrategia ayuda a los negocios escapar de sectores sin potencial atractivo a futuro. Santander asegura que estabiliza los ingresos durante eventos cíclicos. Y según Forbes, ayuda a las empresas a moverse con los cambios del mercado.