Quienes hemos estado encerrados estas últimas semanas, notamos que la vida ha cambiado en muchas formas, desde su ritmo hasta los hábitos cotidianos como la higiene y la comunicación. Cuándo íbamos a pensar que el papel del baño, el gel antiviral y el jabón, se convertirían en temas de conversación.
Nos hemos centrado en el trabajo y el aprendizaje remotos, las horas felices virtuales con amigos y familiares, las compras en línea y las aplicaciones digitales de ejercicio físico solo para mantenernos equilibrados. Pero lo mas relevante, es que hemos perdido nuestras anclas sociales tradicionales y la gente está buscando como reemplazarlas.
Era de esperarse que se presentaría un incremento en el uso en internet. Lo que los proveedores de servicios de telecomunicación no anticiparon, fue el resurgimiento de una antigua práctica: la llamada telefónica. La medida de quedarse en casa ha resucitado el gusto por comunicarse de viva voz, a tal grado que las que antes eran llamadas indeseables (vendedores, encuestas, bancos), ahora han dado un giro a una conversación.
Es un hecho que los usuarios de Internet buscan socializar o pasar el tiempo, caso de las redes sociales, que se han visto impulsadas por la crisis. Facebook dijo que la mensajería total en los países más afectados por el virus aumentó en más del 50 por ciento en marzo.
Pero el gran ganador de la pandemia es la app Zoom, que ha dado un impresionante brinco en el número de usuarios. En diciembre pasado se calculaban alrededor de 10 millones de usuarios, hoy, anda por los 300 millones. Y es que, no solo está siendo la herramienta preferida para los negocios, sino que es también muy recurrida para temas sociales, para las familias y los amigos, al grado de que se realizan celebraciones, “happy hour” y hasta sesiones de yoga por esta vía.
Varios estudios en Internet dicen que puede tomar de tres semanas a dos meses formar un nuevo hábito. De una forma u otra, muchos de nosotros saldremos de esta crisis con nuevas formas de hacer las cosas, especialmente cuando se trata de la comunicación y del consumo.
Cuando la gente vuelva a salir, seguramente mantendrán su sana distancia y evitarán el tacto. Saludarse de mano en una reunión de trabajo ya no será lo común. Se espera que evitarán espacios reducidos, lo que favorecerá a los centros comerciales al aire libre. La capacidad en las tiendas será limitada y muchos de quienes las visiten, desconfiarán de manipular la mercancía, empujar los carritos de compras o presionar las teclas de los lectores de tarjetas de crédito. Tiendas como Macy’s tomarán medidas como desinfectar la ropa que se queda en los probadores y regresarla 24 horas después a los anaqueles.
La escasez ha influido también en las preferencias y hábitos de los consumidores. Un estudio reciente sobre la industria de la salud por parte de Konfío, empresa fintech de financiamiento, revela que la pandemia ha permitido, debido a la escasez, la experiencia con marcas pequeñas y la aparición de nuevas, y al mismo tiempo, ha puesto en cuestionamiento el futuro y el propósito de las tiendas físicas. “El consumidor exigirá experiencias únicas, seguridad y más valor”, afirma Filiberto Castro, Chief Growth Officer, de Konfío.
Global Web Index descubrió que más del 80% de los consumidores en los EUA y el Reino Unido dicen que absorben más contenido desde el brote, con la transmisión de TV y videos en línea (YouTube, TikTok) como los medios principales en todas las generaciones y géneros, lo que impacta en su decisiones y en su estado de ánimo.
Es comprensible que las personas estén cada vez más preocupadas por el tiempo que dedican a sus pantallas que en sí, no es motivo de preocupación. Más bien, es el contenido que elegimos consumir lo que podría tener un impacto significativo en nuestro bienestar psicológico.
Si bien mantenerse al tanto de las actualizaciones de la pandemia es importante, en última instancia, una mentalidad positiva y la capacidad de desconectarse ayudará a las personas a afrontar mejor el día a día.
Independientemente del tipo de contenido que estemos consumiendo, el hecho es que cada generación confía en sus dispositivos durante esta pandemia para informarse y distraerse, creando una gran oportunidad para que las compañías de medios y las marcas, atraigan a una audiencia cautiva. ¿Cuántas costumbres y hábitos se modificarán? Más de los que nos imaginamos, aunque el sábado y el domingo volverán a hacer lo mismo, afortunadamente.